Compartir la obra, entender la época [Jesús Fuentes Lázaro]

Pues, fíjense, que a mí me parece que este es el momento de conocer su obra, indagar en la época en la que vivió y trabajó y extraer lecciones para la mejor comprensión de su obra y su vida. Una vez liberado Alberto Sánchez y su obra del oscuro estado en el que se encontraba, es hora de entender esa obra, disfrutar la poética de su escultura y la sutileza de sus dibujos. ¿Por qué se habla más del sitio que de la obra? ¿Alguien tiene problemas con su obra o su trayectoria artística o vital? Hablar de otras cosas y no de su obra recuperada es algo así como ningunear al autor, ignorar sus esculturas, despreciar sus dibujos. Toledo históricamente ha tenido dificultades con el arte contemporáneo. El más reciente y dramático, el desprecio durante años a la escultura de Chillida que le obligó a repudiarla. Aunque ya había ocurrido algo similar años atrás con el Greco o con el Trasparente de la Catedral.

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Historias en la judería [Jesús Fuentes Lázaro]

@Venancio Martín

Fijen la escena en la memoria y no la olviden. Miércoles, 13 de marzo, del año 2023 (siglo XXI), el obispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, bendice la imagen de un Cristo, donado por el Sr. Roberto Polo, y colocado en un espacio público al lado de la iglesia de San Juan de los Reyes. La obra se eleva unos cuatro metros y un aro de hierro circunda la figura. El autor, Nino Longobardi que no se considera “ni creyente ni practicante”, sino un espíritu laico que interroga a la propia realidad, rinde con la obra un homenaje a las víctimas de las guerras y de la inmigración, según su propia expresión. Su instalación en Toledo se ha presentado como una cándida y almibarada “Ascensión.” Continuar leyendo

Alberto Sánchez, la dignidad de la pobreza [Jesús Fuentes Lázaro]

@ Javier Longobardo

Se suele decir que los principios y valores de lo que seremos en la edad adulta se fijan en el cerebro en los primeros años de la infancia. Sea cierto o sea falso, a partir de ahí, todo son variaciones, interpretaciones, vueltas y más vueltas sobre los mismos temas y los mismos asuntos. Alberto Sánchez nació y vivió en la pobreza, cercana a la miseria. Sintió la pobreza como una fuente de imaginación y creatividad. Nada que ver con los llamados artistas del hambre que proliferaron en los siglos XIX y XX que anunciaban como forma de arte una presencia despojada de todo, hasta del alimento. Las estrecheces económicas de los años de la infancia reaparecerán de diversas maneras en la vida adulta de Alberto hasta constituir una austeridad interior que condicionará su vida y su obra artística. Si no fue un escultor y pintor de más renombre se debió a esa austeridad que mantuvo durante toda su vida. No ambicionaba el dinero, no ambicionaba la fama, ahorraba en materiales y prefería la vida sencilla, casi primaria, a las complicaciones de la fama. Aunque de no haber nacido pobre no hubiera hecho la obra que hizo. Para pintar o esculpir le bastaba la imaginación que se había despertado en él desde pequeño, producto de las carencias. Su obra fue su forma de dignificar la pobreza de su vida y de la época. Resultó el antídoto que empleó en sí mismo para no vivir del rencor, no convertirse un artista permanentemente agraviado o combatir el narcisismo que se manifestaba en muchos personajes que conocía. Era el antidivo que terminaba ocupando el centro de las reuniones. Continuar leyendo

Los 50 años de La Laboral [Jesús Fuentes Lázaro]

Universidad Laboral. Fotografía de Juan Miguel Pando Barrero © Fototeca del IPCE signatura PAN-B-027094_P

En el año 1973 se inauguraba un nuevo centro educativo en Toledo, llamado Universidad Laboral. Se había elegido un lugar al final de los denominados campos de D. Gregorio y de una finca particular situada a continuación. Desde el espacio seleccionado se podía contemplar una vista impactante de la ciudad histórica. Entonces aún no se valoraban el paisaje en relación con el centro histórico ni los conos de visión de la ciudad como en la actualidad. El suelo en  aquellos tiempos era para cultivar o construir. En este caso construir monótonos bloques de viviendas como en cualquier barrio de las grandes ciudades. Para conocer la historia de la urbanización de la zona nada más útil que saber quiénes eran los dueños del suelo y seguir las intervenciones sobre el asunto en los plenos municipales de los concejales del partido comunista. Se puede obtener una sutil lección del urbanísimo en Toledo, aunque cada zona disponga de sus propias peculiaridades. Continuar leyendo

Las dificultades de la estatuaria urbana [Jesús Fuentes Lázaro]

Instalación de Lugar de encuentros de Chillida. 1981, 1982. Fotografía del Archivo Municipal.

Las civilizaciones han mostrado su esplendor a través de la arquitectura y la escultura. Ambas actuaban como símbolo de poder, de trasmisión de mensajes, de recuerdos de hazañas y de héroes nacionales o locales y, también, de adorno de los espacios públicos y religiosos. Por eso conocemos costumbres, tipologías y detalles de aquellas civilizaciones que desaparecieron en el transcurrir de la Historia. Las ciudades actuales, menos armoniosas que las renacentistas, por ejemplo, y, desde luego, menos ostentosas en su construcción, empezaron a emplear la estatuaria al aire libre para encubrir la fealdad de los barrios, casi todos similares, de estructuras homogéneas con ninguna concesión a la estética. Continuar leyendo

El exilio de Alberto Sánchez [Jesús Fuentes Lázaro]

Pabellón de España en la Exposición Internacional de París de 1937 con la escultura de Alberto: El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella.

No ha tenido suerte hasta ahora el escultor más importante de Toledo, Alberto Sánchez. Su vida fue marcada por los exilios. Tres físicos, que sepamos, y varios otros mentales, que ignoramos. El primer exilio, interior, se produjo en su juventud. El segundo, exterior, cuando se vio obligado a abandonar España para vivir en un país tan diferente al suyo como Rusia. El tercero, ya él no lo vivió. En un día sin fecha, de un mes cualquiera, de un año indiferente la parte de su obra cedida a la ciudad se almacenaba en la que fuera biblioteca antigua en compañía del polvo y los fantasmas. Amontonadas y abandonadas estuvieron durante años hasta que el empecinamiento de Juan Sánchez consiguió un trato menos duro para las obras allí soltadas. El Museo de Arte Contemporáneo de Toledo se cerraba sin explicación ni motivos aparentes. Sus esculturas y dibujos, tan innovadores, eran condenados a purgar su modernidad en un lugar improvisado junto con las obras que otros creadores de la España cercana habían proporcionado para el mencionado museo como acompañamiento a la trayectoria artística de Alberto Sánchez. Continuar leyendo

En el estudio de Fernando Sordo [Jesús Fuentes Lázaro]

Apareció. Surgió como si fuera un personaje del Gran Gatsby, el héroe de la “belle epoque” de la novela de Scott Fitzgerald. En su “escarabajo” color café con leche, cruzó el barrio de Santa Teresa hasta donde le esperaba. En el Volkswagen descapotable, recuerdo rodante de antiguas historias, nos desplazamos al Estudio, ahora reconstruido, tras el paso destructor de Filomena. Antiguamente había sido una nave para usos más toscos. Ahora, en una nueva vida útil, es un estudio de artista, reconstruido que brilla con abundante luz del Norte, la más pura y limpia, en expresión de Fernando Sordo. La otra, la luz del Sur, está más contaminada, posee más amarillos, más ácidos. Se supone que sabe lo que dice, pues un elemento esencial de su obra consiste en atrapar en un espacio inerte los efectos multiplicadores de la luz. Y con esta introducción iniciamos el recorrido por las obras de pintura-no escultura, aunque tenga volúmenes, del pintor Fernando Sordo.

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Más allá de los idus de marzo [Jesús Fuentes Lázaro]

‘Asesinato de Julio César’ (aprox. 1749-1821), de Laurent Pecheux.

César. Tiranía. República. Conjura. Idus de marzo. Asesinato en grupo. Palabras incomprensibles a Marco Bruto que popularmente se han traducido como “tú también, hijo mío”. Es lo que nos cuentan en el colegio. En fin, sucesión de imágenes que forman la secuencia del asesinato de César, aquel que había cruzado el Rubicón – en realidad un riachuelo – pero que en la imaginación se confunde con el paso de un río feroz, probablemente por el rumbo que tomaría su política para acabar con la República. Y luego, ¿qué? El luego, el qué y el cómo es lo que se cuenta en el libro de Peter Stothard El último asesino”. Y como subtitulo “la caza de los hombres que mataron a julio César”. Lo que se produjo a continuación fue una guerra civil, no se restableció la República, se instauró un modelo dinástico y uno a uno los participes en la conjura fueron suicidándose o cazados por una venganza sin límites temporales, amparados en la “Lex Pedia”. Todos los conjurados eran colaboradores o amigos de César, todos ilustrados y miembros de familias distinguidas de Roma. Entre ellos, Cicerón, un narcisista, ególatra, maniobrero, ambicioso, desleal con lo que no fuera su proyecto personal. Continuar leyendo

Descubrir a Joan Didion [Jesús Fuentes Lázaro]

@ Antonio Esteban Hernando

Al final del texto titulado “Arrastrarse hasta Belén”, ensayo de 1967, escrito por Joan Didion, se describe la enorme confusión que estuvo presente en el demasiadas veces idealizado universo “hippy”. En una de las varias visitas que la periodista hace a algunos de los grupos concentrados en San Francisco, encuentra a una niña de 5 años con los labios pintados de blanco. La madre le ha proporcionado una dosis abundante de LSD que alterna con peyote. La escena representa el final del disparate que fue aquel fenómeno que se produjo en California de una sociedad desarticulada, desorientada y sin rumbo como eran, y continúan siendo los Estados Unidos, cuyos gestos y costumbres nos empeñamos en imitar. Pero, ¿quién es Joan Didion, se preguntarán el lector?

Babitz juega al ajedrez desnuda con Marcel Duchamp en 1963. Julian Wasser.

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Remontes y aparcamientos [Jesús Fuentes Lázaro]

REMONTES_ST. Fotografía de Javier Longobardo
REMONTES_ST. Fotografía de Javier Longobardo

Desde que se recuperó la democracia, con la Constitución de 1978, se vio la necesidad de erradicar del Centro Histórico de Toledo los automóviles. No podía entenderse la ciudad medieval, renacentista y levítica con las calles y las plazas convertidas en aparcamientos. El misterio de las leyendas de Bécquer se deshilachaba entre el olor a gasolina y frenos recalentados. Una procesión con penitentes y arrepentidos perdía todo recogimiento interior entre automóviles ocupando cualquier espacio libre. Resultaba imposible imaginar una ciudad a oscuras en la que se libraran combates a espada o apuñalamientos vengativos entre coches y motos. Imposible intuir en una calles tan ocupadas los desplazamientos temibles de los familiares de la Inquisición a cualquier domicilio para descubrir conversos, judaizantes, herejes o sospechosos de cualquier cosa. Continuar leyendo

¿Qué fue de Alberto Sánchez? [Jesús Fuentes Lázaro]

Alberto Sánchez, autorretrato, 1950-1952. Colección privada.

Alberto Sánchez surge y se hunde, resurge y se vuelve a hundir, desaparece y se olvida hasta que alguien lo convoca nuevamente al exterior. En esos casos, se “corporeiza” por un tiempo breve y retorna pronto a su condición de espectro del pasado.  Al olvido. Continuar leyendo

¿Puede Toledo comprarse un anfiteatro romano? [Jesús Fuentes Lázaro]

Bóvedas del anfiteatro encontradas en el solar de Covachuelas.

Aparecieron los restos de un anfiteatro romano donde sabíamos que debían aparecer. No era un secreto para nadie que estaba en esa zona. Unos ciudadanos corrientes iban a levantar su casa nueva y, preparándose para echar los cimientos, apareció lo que en otras ocasiones se ha camuflado o se ha destruido. Desde siempre el patrimonio cultural para unos ha sido un estorbo y para otros, los menos, un bien a proteger. Destruir es menos costoso que construir. “No son excepcionales – se escribe en el libro “La destrucción del patrimonio artístico español, de José Miguel Merino de Cáceres y María José Martínez Ruiz – los casos en que se atenta directamente contra nuestros monumentos y los conjuntos urbanos, mutilándolos o desvirtuándolos, bien a ellos mismos, bien a su entorno, en aras de una subjetiva modernidad o de una renovación urbana mal entendida y falazmente justificada; y ello no en pocos casos por responsables públicos que se vanaglorian de progresistas y se dicen respaldados por el apoyo popular, pero que, ayunos de cultura y buen gusto, la soberbia les impide dejarse aconsejar por los expertos”. Continuar leyendo