La Biblioteca del edificio Sabatini de la Fábrica de Armas de Toledo [Diego Peris Sánchez]

H. Pr. 22

El edificio proyectado por Sabatini, origen de la fábrica de armas de Toledo, se va transformando a lo largo de los años cuando su uso industrial va teniendo menos importancia por la presencia de nuevas naves e instalaciones en el conjunto. La ciudad industrial ha ido incorporando nuevas instalaciones para las nuevas demandas de producción. El edificio Sabatini se ha convertido con el paso de los años en una instalación residencial para los oficiales que trabajan en la fábrica.

La Biblioteca del edificio Sabatini.

Y uno de los espacios que se va a transformar en el conjunto es el situado en su zona central izquierda con acceso por las galerías de circulación y con fachada al segundo patio del conjunto. Un espacio que se diseña en 1943 como Biblioteca y zona de estudio del conjunto. Una zona de planta rectangular que se organiza en dos espacios paralelos a la fachada al patio posterior dejando una zona de planta rectangular libre y otras tres zonas de menores dimensiones en el resto que se acotan con el mobiliario que alberga estanterías para libros.

Todo el espacio ha sido diseñado y construido en la fábrica con la incorporación de elementos decorativos construidos en sus propias instalaciones. Los tiradores metálicos, los elementos ornamentales son diseños originales de la fábrica. De los planos originales conservados tenemos diseños de las sillas que se utilizaban en esta zona. En el frente de la zona de mayores dimensiones una chimenea central y en todo el perímetro superior los dibujos de los maestros espaderos de la ciudad decorando el conjunto. Una secuencia que deja constancia del nombre de los artesanos que a lo largo de los siglos han construido espadas en la ciudad. Y una secuencia histórica que deja testimonio de la permanencia de esta actividad a lo largo de siglos.

Interior del espacio de la Biblioteca

Las vidrieras del conjunto.

“En el espacio utilizado como biblioteca existen seis vidrieras rectangulares divididas en dos piezas, una abatible y la otra fija. En cada una de las vidrieras se desarrolla un tema figurativo sobre los diferentes elementos tecnológicos realizados por el vidriero Daniel Moragón en Toledo[1]. En una de ellas aparece grabada la firma del autor que las ha realizado. La proporción es 2: 1 con el doble de altura que de anchura de forma que con la división central horizontal se crean dos cuerpos cuadrados.

El vidriero y hojalatero Daniel Moragón realizó decenas de los faroles que durante décadas han adornado el recorrido de la procesión del Corpus, muchos de los cuales se siguen colocando año tras año.

La documentación de planos existentes para la definición de este espacio nos permite fechar el conjunto en el año 1943. Los planos de mobiliario tienen esta fecha y los dibujos previos de las vidrieras no tienen fecha, pero parecen corresponder al mismo momento de realización de la zona de Biblioteca.

En la restauración llevada a cabo por la Universidad de Castilla-La Mancha, el edificio Sabatini se convierte en edificio departamental con la presencia de laboratorios de investigación en su zona final. Y una de las actuaciones realizada ha sido la restauración de las vidrieras. Un trabajo realizado por Punto Vítreo, taller estudio [2].

En el informe de restauración de las vidrieras se dice: “Se trata de seis ventanales rectangulares divididos en dos piezas, un abatible, y la otra con función de cerramiento.

En cada una de las Vidrieras se desarrolla un tema figurativo sobre los diferentes adelantos tecnológicos, realizados por el vidriero Daniel Moragón en Toledo. Cada ventanal refleja una iconografía diferente, pero con la misma temática. En cuanto a su diseño, se tratan los mismos conceptos. De este modo se crean composiciones conjuntas de vidrieras que tienen que ver entre sí, con un claro aire moderno y progresista ya que reflejan los adelantos tecnológicos más importantes del momento: aviones, barcos, hidroeléctricas, laboratorios, prensa hidráulica y cañones”[3].

Las utilización de las vidrieras como elemento de definición del espacio, de la iluminación que se controla y protege de las vistas desde el patio exterior y los temas figurativos de las mismas, así como su coloración uniforme con preponderancia de tonos grises les confiere un carácter especial dentro de una instalación militar.

“La importancia de estas vidrieras persiste en el tiempo, tanto por su temática como por su técnica y estilo. Los vidrios reflejan un juego de formas y texturas, animados por la variedad de tamaños y figuras geométricas. Son vidrios monocromáticos, creando una composición blanco y negro tan características del Art Decó. El perfil de plomo juega un papel muy importante ya que define la forma y su idea. Los plomos pasan a ser no sólo en sustento de la estructura sino además una línea con un claro valor pictórico. Las texturas dotan a la vidriera de un claro juego de luces en contraposición con el perfil negro del plomo, creando así diferente luminosidad en los paños a distintas horas del día y se produce un efecto semejante al plástico y pictórico, desconocido en épocas anteriores, ya que el plomo no es sólo parte de su estructura, sino que es parte fundamental desde el punto de vista pictórico”[4].

Los dibujos de las seis vidrieras tienen una limpieza de líneas y una definición geométrica de gran sencillez en los que las diferentes figuras se insertan en un contexto de fondo dividido en espacios geométricos con formas curvadas y onduladas en las zonas de los cielos de la composición.

Según el informe de la restauración realizada las vidrieras estaban formadas por tres tipos de vidrio: al ácido, impreso y martillado. Por eso la sustitución de vidrios rotos en la restauración fue sencilla y se pudieron encontrar vidrios similares a los desaparecidos.

Los planos originales de las vidrieras[5] están dibujados a escala 1: 7 con dos vidrieras por lámina que van recogiendo diferentes temas. La primera de ellas rotulada como H.Pr 22 (imagen de portada) de tiene en la parte inferior una composición con una gran máquina que tiene en su parte inferior un tren y un camión que se mueven con la perspectiva del conjunto. La composición ocupa prácticamente toda la superficie del módulo cuadrado de la parte inferior. En la zona superior un avión con un entorno de nubes representadas con formas curvadas en los trazados del emplomado.

El segundo dibujo de esta lámina está formado por una instalación fabril con depósitos verticales de formas cilíndricas y chimeneas humeantes en su parte derecha. En su parte inferior un trazado de conducciones sobre soportes y ventanales de una fábrica. La composición tiene la peculiaridad de que las formas de los volúmenes construidos y el humo de las chimeneas se prolongan en la parte superior de la vidriera unificando la división de las dos partes en que se divide constructivamente.

H.Pr 23

La segunda de las láminas de dibujos previos está identificada como H.Pr 23 y parece ser una variante estudiada de la anterior. La imagen de la derecha es idéntica a la anterior pero la izquierda ha cambiado totalmente. Ahora una imagen que cruza en diagonal toda la parte inferior representa un ferrocarril con formas aerodinámicas y un gran camión en dirección opuesta atravesando el terreno. En la parte superior un biplano que parece dirigirse hacia abajo cruza el cielo y las formas de las nubes creadas con las formas curvadas del emplomado. La solución finalmente ejecutada es la primera de las dos dibujadas.

H. Pr24

El H. Pr24 está también dibujado a escala 1:7 y tiene un rótulo inferior que indica Flanco este. El primero de los dibujos es de un cañón sobre un transporte con ruedas y en el fondo construcciones de diferentes edificios de uno de los cuales sobresalen dos chimeneas humeantes. La parte superior no tiene imágenes y representa las formas del cielo con curvas sinuosas que definen planos de grandes dimensiones. El dibujo de la derecha hace referencia a elementos de laboratorio con figuras esquemáticas de diferentes piezas que, en este caso, se prolongan también en la parte superior de la composición donde se representan tubos de ensayo que se conectan entre sí con enlaces curvados.

El último de los dibujos es el denominado H. Pr25 con dos imágenes también a escala 1:7. En la parte izquierda una gran turbina en perspectiva de la que surge la torre de soporte del cableado eléctrica que se apoya en los brazos de esta. Las formas inclinadas tanto de la ubicación de la máquina inferior como de las líneas superiores contribuyen a crear la imagen de movimiento del conjunto.  En la parte derecha una gran máquina que abarca los cuerpos inferior y superior de la composición sobre la que se desarrolla una estructura de cerchas trianguladas representando el espacio en el que se ubica la gran máquina.

H. Pr25

Se desarrolla así en estos dibujos previos el programa iconográfico de las seis ventanas de la Biblioteca con una variante estudiada en una de ellas como posible alternativa.

Dibujos de gran limpieza realizados sobre papel vegetal que deberían servir de base para la construcción de cartones y formas de la vidriera en su tamaño real. Los fondos de cielo de muchas de estas imágenes tienen un movimiento especial creando la imagen de un espacio con nubes de formas dinámicas. Los flejes de plomo que unen las piezas de vidrio tienen formas quebradas y sinuosas aumentando la imagen de movilidad del conjunto y evitando formas lineales en este espacio de fondo de la composición. Una solución que exige una especial cualidad del maestro vidriero que debe cortar los vidrios con estas formas irregulares.

Proceso de restauración.

“En todas las vidrieras existía un gran deterioro en los perfiles de plomo debido a la corrosión y oxidación provocados por los flejes que estaban muy oxidados y esta oxidación pasó a los perfiles y a la estructura donde se sostenían. Añadir el proceso de abombamiento de las vidrieras y como consecuencia de esto la pérdida de vidrios y sus roturas.

El tamaño de los vidrios influyó en su progresivo deterioro, ya que sus dimensiones son más grandes de lo común en estos casos, normalmente de 120 x70 cm y estas vidrieras son de 2,50x 1,38 m. El artista no consideró necesario dividirlas para no perder efecto visual y lumínico.

Los vidrios empleados en este caso son de 2 a 3 mm de espesor, lo cual hace más frágil la vidriera.

Agentes externos como morteros y cemento crearon en los paños de vidriera hongos sobre su cara exterior. Hubo que proceder a una limpieza detallada de cada vidriera” [6].

Se procedió a la limpieza de los soportes eliminando la oxidación de estos y protegiendo su estructura. Elemento singular de esta estructura son las manivelas de la parte inferior de las ventanas que sirven de agarre para subir esta parte. Son piezas realizadas en bronce con formas curvadas redondeadas con una estética modernista. Se han restaurado y limpiado estas piezas como parte importante de la vidriera.

Las vidrieras se trasladaron al estudio-taller de Omar Ruiz identificándolas por su posición original en el edificio. Se numeraron e identificaron todas las piezas de las vidrieras. Posteriormente se procedió a la limpieza de todos los elementos que tenían en algunos casos capas de hasta 1 cm de espesor de restos, sin emplear nunca tratamientos químicos. Se realizaron después cartones de cada una de las piezas.

El emplomado se realizó con perfiles de 7×7 de igual medida que los antiguos para no alterar el dibujo y la composición. Una vez finalizada la restauración se aplicó masilla de vidriero para fortalecer la estructura total y la impermeabilización del conjunto. Una vez restaurada cada vidriera se montó en su estructura metálica para volver a colocarla en el vano de la ventana existente.

Un proceso que ha permitido recuperar elementos especialmente significativos en el conjunto construido. Elementos de fecha muy posterior a la construcción del edificio pero que forman parte del conjunto conservado en la actualidad. El espacio de la biblioteca se utiliza en la actualidad como sala de reuniones o presentaciones de la Universidad [7].

Diego Peris, doctor arquitecto.

El autor preside actualmente la Fundación Miguel Fisac


[1]  La Hermandad de caballeros mozárabes de Toledo informaba en 2023 del traslado de una vidriera de este artista a una nueva ubicación. “El pasado día 27 de mayo, coincidiendo con la Ceremonia de imposición de Lazos y Veneras, a los nuevos miembros de la Hermandad, en la iglesia mozárabe de San Lucas, tuvo lugar la presentación de la vidriera que se ha instalado en la ventana del costado oeste de la capilla de Nuestra Sra. de la Esperanza.

La vidriera que hoy podemos ver en la capilla que preside la imagen de nuestra Patrona, se encontraba en la antigua sede del callejón de Menores. Al abandonar las instalaciones, se retiró del lugar donde se encontraba instalada y se trasladó a la nueva sede donde ha estado custodiada hasta el pasado día 27.

La vidriera, policromada y emplomada en cristal catedral, que representa al escudo de la Hermandad, es obra del vidriero y hojalatero toledano Daniel Moragón.

[2] Punto vítreo está integrado por Omar Pablo Ruiz, artista vidriero y Alicia Marcos licenciada en historia del arte.

[3] PABLO RUIZ, Omar y MARCOS, Alicia, 2001. Memoria del trabajo de restauración de las vidrieras del edificio Sabatini , antigua fábrica de armas de Toledo. p.2

[4] PABLO RUIZ, Omar y MARCOS, Alicia, 2001, p.3.

[5] Los dibujos originales se conservan en papel vegetal con dos vidrieras en cada uno de los cuatro planos conservados.

[6] PABLO RUIZ, Omar y MARCOS, Alicia, 2001, p.5.

[7] PERIS SANCHEZ, Diego; ELVIRA GUTIÉRREZ, Rafael, Dos siglos en construcción, De fábrica de armas a campus universitario. Madrid, Constructora san José.

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