El actual arte contemporáneo [Paco Rojas]

Damero. 2019-2022

Todas las fórmulas expresivas que tenían vigencia a finales del siglo XX, con sus evoluciones y los eclecticismos derivados, han tenido su continuidad en el siglo XXI. Podemos destacar como elemento de continuismo, a todo aquello relacionado con los eclecticismos: utilización de diferentes bases expresivas en una misma obra de arte. Para ello, es importante tener en cuenta que las bases expresivas del género humano –que son coincidentes con las expresiones plásticas-  están guiadas por seis formas de expresión: 1). Mimetismo (tiende a copiar todo aquello que es percibido por medio de los ojos); 2). Geometrización (crea y utiliza estructuras geométricas lineales, bidimensionales y tridimensionales); 3). Surrealismo (que abarca la representación de fantasías, sueños, milagros…); 4). Expresionismo (manifiesta exaltaciones, gesticulaciones, acciones fugaces…); 5). Abstracción (expresiones que evitan y prescinden de representaciones realistas); 6). Conceptualismo (conceptos, ideas o teorías que analizan y explican los diferentes esteticismos). Se produce un eclecticismo cuando, en una obra plástica, aparecen dos o más de estas  seis expresiones básicas.

Que yo sepa, el arte contemporáneo, el que se está haciendo hoy, en el año 2024, no ha aportado ninguna nueva vanguardia que pueda añadirse a las ya conocidas como tales. Las actuaciones conceptualistas en todas sus ramas, las que se arrastran desde mediados del siglo XX y todo lo que ha sucedido después hasta llegar al momento actual, son aspectos que podríamos englobar en cinco laceraciones: 1). Un primer desgarramiento que nos viene de la operación nihilista del dadá y de Marcel Duchamp con sus ready-made; 2). Un segundo impulso iniciado con la aparición del gesto y del signo (la action painting y el tachismo, incluyendo la pintura matérica); 3). Las derivaciones del arte programado y del cinético, imbuido por las investigaciones cibernéticas y científicas; 4). Algunas derivaciones de los planteamientos del pop art; 5). Las explosiones del arte conceptual en todas sus manifestaciones (arte pobre, land art o arte ecológico, earth art, arte microemotivo, arte procesual, arte situacional, arte del comportamiento, body art, arte de sistemas y otras acciones elucubradas desde el conceptualismo).

Hoy podemos reconocer, de qué manera, los campos de expresiones artísticas, conceptuales y no conceptuales, están separadas totalmente. Los valores de las expresiones plásticas anteriores al conceptualismo (pintura y escultura), aunque sean portadoras de unos conceptos estéticos propios, no coinciden con las representaciones de las expresiones conceptuales. La valoración de una acción conceptualista no se hace con los parámetros de las expresiones  pictóricas y escultóricas.

A lo largo de las últimas décadas, el estudio del arte ha ido adquiriendo una creciente complejidad (todo revuelto y a la vez, la mayoría de las veces, de mala manera). Ese estudio puede ser abordado desde unas perspectivas, unos conceptos y unas metodologías que busquen las relaciones entre el artista, la obra de arte, el espectador que la contempla y la sociedad con la que se supone existen vínculos.

Ha llegado el momento de preguntarse cuáles son los caminos del arte que tienen vigencia en los años que corren; o si ha llegado, más o menos, a un punto final. Cabe la interrogación de si el arte ha agotado todas las vías vanguardistas posibles. ¿Qué queda por vivir, qué sendas aún están abiertas para iniciar una nueva evolución? En uno de los lados de un triángulo escaleno está la creatividad expresiva plástica (luz que aún vive gracias a las individualidades geniales), en el segundo lado está la necesidad de expresarse artísticamente por medio de imágenes y, en un tercer lado, están los campos conceptuales para expresarse por medio de ideas y de teorías artísticas.

Un individuo que tenga la necesidad de expresarse por medio de imágenes, tendrá ante sí muchas dudas respecto a la fórmula expresiva que ha de emprender y, si quiere documentarse respecto a la última “novedad estética”, lo tendrá muy difícil; porque ¿en qué punto expresivo se encuentra la vanguardia del arte actual más honesto? El arte conceptual, que en las últimas décadas ha explotado al máximo las posibilidades expresivas (siempre buscando una vuelta de tuerca más), suele repetirse modificando las formas sin cambiar el fondo; a penas si ya pueden evitar sus propios “pecados”. El arte, ya sea conceptual o no, camina buscando desesperadamente un futuro. El asunto también es que, ahora, en el primer cuarto del siglo XXI, las transformaciones, así como las necesidades estéticas humanas, son muchas y muy variadas.

¿Mientras que haya arte habrá progresión? Puede ser; al menos, siempre nos quedará la expresión individual, la que cada individuo puede encontrar en la evolución de su propio camino. Cada individuo puede constituirse en una expresión individual (lo mismo que ocurre con las huellas dactilares; no hay dos iguales). Es entonces cuando el arte, como expresión o consecuencia de un momento evolutivo, puede, o incluso debe, estar en consonancia con el sentir de la humanidad.  

La sensibilidad de nuestro tiempo, desde finales del siglo XX, ha estado cada vez más abierta, en todos los órdenes, a lo que podríamos llamar una nueva filosofía espacial de la mente: comparecen, por un lado, los esfuerzos metafísicos y, por otro, una filosofía progresiva del arte. Creo que puede observarse cómo, en la supervivencia del arte, se siguen manteniendo ecos eclécticos de las seis bases expresivas mencionadas. Pero, con las oscilaciones del gusto, no es fácil compilar un  texto que siga linealmente una historia del arte contemporáneo. A cada individuo no le cabe otra postura que la de resumir y “escanciar” todo lo que pueda considerar transcendente para él.

En el arte de espíritu vanguardista posterior a la segunda mitad del siglo XX y del primer cuarto del siglo XXI, se pueden identificar cinco grandes fundamentos en el apartado de la pintura de los últimos decenios: 1). Un arte gestual y sígnico; 2). La afirmación de una pintura matérica; 3). La consolidación del pop art, incluyendo materiales de deshecho; 4). La representación de cierto neococretismo que reivindica el principio de “el arte por el arte”; 5). La proliferación de las diversas corrientes conceptualistas. También, la escultura, ha experimentado deformaciones y transformaciones análogas a las de la pintura; descubriendo nuevos medios expresivos, buscando una dimensión nueva, unos materiales inusitados y objetos de curiosos detritus, con una renovada plástica simbólica y conceptual.

Bidelos I. 2022

Urge reafirmar aquí que, el arte de los últimos cuarenta años, no es muy distinto del arte que se denominó ayer como “arte contemporáneo”; del que han tratado las numerosas publicaciones hitórico-críticas. Al considerar las transformaciones del arte de hoy, no es posible dejar de echar una ojeada al mundo que nos rodea; al actual aspecto de nuestra civilización. ¿Cómo no tener en cuenta la interdependencia entre el arte y la industria, entre el arte y la ciencia, entre el arte y la lingüística…?

Cada cuadro (obra de superficie) o cada escultura (obra corpórea) se constituyen en un ente expresivo individual. La fotografía (como documento y como expresión por medio de imágenes fijas), el cine (como una prolongación de la literatura y de las imágenes secuenciales tomadas del natural) y el videoarte (con su carácter de variabilidad), son los tres medios narrativo-expresivos que tienen su independencia respecto a las artes plásticas (pintura y escultura), son tres medios desconectados de la plástica pictórica y escultórica. El videoarte entró a formar parte del contexto artístico a finales de la década de 1960. Se diferencia en un punto esencial del cine y la televisión: el material grabado con video se mantiene en un perfecto estado de disponibilidad y alterabilidad. Es posible crear y transformar modificaciones posteriores por medio de ordenador. 

Paco Rojas, artista, fundador del grupo Tolmo

 

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