Sólida arquitectura de la lluvia
Cuidada proporción, fiel armonía,
Juan García Hortelano, Echarse las pecas a la espalda. 1977
Si en 1972, a juicio de Charles Jencks –en su trabajo El lenguaje de la Arquitectura posmoderna, 1977–, había fracasado y muerto el Movimiento Moderno, merced a la demolición del Pruitt Igoe, producida en Sant Louis, habrá que indagar qué nace cuando se demuele algo o cuando se arruinan unos principios. Tal que Jencks llega a afirmar con detalle relojero: “La arquitectura moderna murió en San Luis, Missouri, el 15 de julio de 1972 a las 3:32 de la tarde (más o menos), cuando a varios bloques del infame proyecto Pruitt lgoe se les dio el tiro de gracia a base de dinamita. Antes de eso, habían sido objeto de vandalismo, mutilación y desfiguración por parte de sus residentes negros y, aunque se invirtieron millones de dólares para intentar conservar el lugar (reparando ascensores, ventanas o repintando todo) se puso fin a su miseria”.