Los 50 años de La Laboral [Jesús Fuentes Lázaro]

Universidad Laboral. Fotografía de Juan Miguel Pando Barrero © Fototeca del IPCE signatura PAN-B-027094_P

En el año 1973 se inauguraba un nuevo centro educativo en Toledo, llamado Universidad Laboral. Se había elegido un lugar al final de los denominados campos de D. Gregorio y de una finca particular situada a continuación. Desde el espacio seleccionado se podía contemplar una vista impactante de la ciudad histórica. Entonces aún no se valoraban el paisaje en relación con el centro histórico ni los conos de visión de la ciudad como en la actualidad. El suelo en  aquellos tiempos era para cultivar o construir. En este caso construir monótonos bloques de viviendas como en cualquier barrio de las grandes ciudades. Para conocer la historia de la urbanización de la zona nada más útil que saber quiénes eran los dueños del suelo y seguir las intervenciones sobre el asunto en los plenos municipales de los concejales del partido comunista. Se puede obtener una sutil lección del urbanísimo en Toledo, aunque cada zona disponga de sus propias peculiaridades.

La Universidad Laboral de Toledo se levantó a finales del programa de construcción de este tipo de edificios, financiados por el mutualismo laboral de la época. El proyecto, sin embargo, se había agotado ya en 1973. Los recursos escaseaban y la filosofía educativa que había inspirado estas construcciones se encontraba en quiebra. Ambos factores libraron a Toledo de uno de los proyectos megalómanos que se aplicaron a otros edificios educativos, destinados a los hijos de los trabajadores de las Mutualidades.

El mural del anillo. Suzanne Grange y Raymond Edanz. @ I.E.S. Universidad Laboral de Toledo.

En Toledo se construyó un edificio de líneas rectas, de estructuras diseminadas en el amplio terreno del que se disponía. En el modelo, airosos ventanales, paseos y jardines interconectaban los diferentes módulos hexagonales que componían el entramado docente. Al margen quedaban el espacio para el salón de actos y cafetería y el edificio destinado a residencia de alumnos. La concepción, organicista de la edificación, puesta al servicio de la educación no ha sido superada aún en Toledo. Estamos ante un conjunto singular por su disposición modular, por su arquitectura simplificada y por el empleo de materiales humildes como el ladrillo, el cristal y el hierro.

Dos murales espectaculares adornan esa arquitectura peculiar. Por un lado el “Mural De Carpe”, por el apellidos del autor que lo pintó durante un tórrido mes de agosto. En una enorme pared del edificio administrativo se recoge la vista del centro histórico de Toledo desde el enclave de la nueva construcción, esquematizado con sencillos volúmenes de evocación cubista y con la representación idealizada de los edificios de la Catedral y el Alcázar. El otro, “El Mural del Anillo” es una fantasía en cerámica de cuerda seca a caballo entre un simbolismo místico, la evocación del mundo medieval de los caballeros y damas brillantes y una pared final en la que conviven la muerte (blanca y espectral) con la esperanza (grandiosa y confiada), esta simbolizada en mayor tamaño. Integran el mural tres paredes de hechizantes reflejos que provocan en el espectador una atracción hipnótica.

El mural del anillo. Suzanne Grange y Raymond Edanz. @ I.E.S. Universidad Laboral de Toledo.

En el año 2023 se cumplen cincuenta años de la que fuera Universidad Laboral y que en la actualidad es un IES. El equipo directivo anterior y el actual decidieron en su momento, y así se está ejecutando, rememorar lo extraordinario de la construcción de una arquitectura única en Toledo y de que el centro haya resistido 50 años a diferentes embates, algunos ideológicos, por la componente filosófica de estos centros educativos de la etapa franquista, y la furia urbanizadora que amenazó y continua amenazando las zonas llanas y de vega que rodean la urbe antigua, situada en una altura de complicado acceso. Los actos se están sucediendo y culminarán con la edición de un libro, una exposición (día 3 de febrero) de una parte del patrimonio artístico y científico en el centro en San Clemente y un acto institucional (15 de febrero) en el Teatro de Rojas. Una celebración tan singular como su realización arquitectónica, sus murales gigantescos y su patrimonio estético y pedagógico.

Universidad Laboral. Fotografía de Juan Miguel Pando Barrero © Fototeca del IPCE signatura PAN-B-027083_P

Hasta aquí los datos para ser publicados en la prensa local, digital o en papel, pero un blog de análisis y reflexión como este debe ir algo más allá de la simple información. ¿Qué impulsa a estos y anteriores equipos directivos de la antigua Universidad Laboral a proyectar la presencia del centro en la sociedad local más allá de la muy burocratizada labor de instrucción y simple trasmisión de conocimientos? Tal vez pretenden trasmitir que los inmuebles educativos – guardería, instituto, universidad – pueden servir para algo más que la trasmisión de información en las sociedades disgregadas de la actualidad. Los centros educativos son más importantes, como focos de trasmisión de cultura y valores colectivos, que los centros comerciales o que las reuniones al aire libre o espacios cubiertos donde se ofician ritmos de la juventud actual. Si esa fuera su intencionalidad sería una forma de reclamar de la sociedad mayor reconocimiento a sus trabajos pedagógicos y más consideraciones sociales para la mejora de sus recursos educativos y de sus estructuras materiales. Las diferencias arquitectónicas y decorativas de este centro, que le distingue de la mayoría anónima de sus congéneres, le posibilita esta presentación en la sociedad local y esa especie de llamada a las instituciones y a la sociedad en su conjunto. Es, al menos así lo quiero imaginar, un intento para no olvidar la trascendencia colectiva de estos lugares donde se prepara el futuro de un país. 

Jesús Fuentes Lázaro

 

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