Retrato de don Clemente Palencia [Quique J. Silva]

Sucedió en Toledo. 10 D23 Retratos – Archivo VASIL


“EL POETA ADOPTADO”

Don Clemente Palencia en una de sus muchas intervenciones en el Ayuntamiento de Toledo.

Poca gente se atrevía a quitarle el Don. Era de esas personas cuyo nombre, sin Don, no parecía el mismo.

Don Clemente Palencia Flores nació y murió en su pueblo de Lucillos. Mientras, vio la vida pasar entre 1906 y 1989 rodeado casi siempre de libros, legajos, manuscritos y amigos, muy pocos amigos.

Tras una formación básicamente humanística y filosófica, don Clemente dedicó una buena parte de su vida a la docencia en el Instituto de Enseñanza Media de Toledo. Los que tuvieron la suerte de asistir a su clases hablaban de aquel profesor al que había que escuchar con atención….. hablara de lo que hablara. Siempre con un tono pausado y poético, didáctico y comprometido.

Su otra gran pasión, la de investigador, le llevó a obtener la plaza de archivero del Ayuntamiento de Toledo. Desde aquel torreón, sentado en un sillón cardenalicio y sobre una mesa en la que el mismísimo Greco pudiera haber hecho los bocetos del cuadro del Expolio, don Clemente Palencia sembró el embrión de un Archivo Municipal repleto de importantes documentos sin el orden y conservación necesarios. En ese torreón, cada vez que levantaba la cabeza de los legajos históricos, veía la torre de la Catedral y, entre Privilegio Real y Testamento Canónico, las campanas acompañaban -seguro- su pluma ligera de versos que brotaban de aquel cerebro privilegiado.

Su presencia en la Real Academia de Bellas Artes de Toledo y en otras muchas entidades culturales, le dejaban poco tiempo para su pasión secreta, el piano. Muy pocos tuvieron el privilegio de escucharle y ver salir grandes sonatas de unas manos que podían alcanzar dos notas con un solo dedo; pero su sensibilidad musical estaba por encima de todo.

Su importancia intelectual y vital fue reconocida, entre otras formas, como Hijo Adoptivo: primero de Toledo y luego de Talavera, donde pasó la última parte de su vida. Don Clemente “es el poeta adoptado”. Su vida solitaria, su humildad y su sencillez, le ayudaron a ser uno de los Grandes de Toledo, aunque muchos ni siquiera sepan hoy lo que supuso para Toledo el trabajo de don Clemente Palencia Flores.

Quique J. Silva – Archivo Vasil

Nota del autor: En esta nueva colección de retratos contenidos en el Archivo Vasil, queremos promover la participación de los lectores con sus aportaciones en forma de comentarios, datos personales, alabanzas, reproches, anécdotas…. Todo aquello que nos ayude a conocer mejor al personaje retratado en cada entrega.

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