Alfonso X El Sabio: Un centenario, un modelo de ciudad y un proyecto para Toledo [Antonio Illán Illán, Óscar González Palencia]

@Antonia Mota

Alfonso X: la historia

Toledo. El 23 de noviembre de 1221, en un palacio cercano a la plaza de Zocodover nace Alfonso, hijo del rey Fernando III y de Beatriz de Suabia. Creció en tierras de Burgos. Alcanzó fama de buen guerrero ayudando a su padre en la conquista de Andalucía y él mismo llevó a término la de Murcia. Llegó al trono en 1252 y su reinado fue muy agitado en lo político y esplendoroso en lo cultural. Para indicar la gran tolerancia que en sus reinos había, Alfonso gustaba de titularse «rey de las tres religiones»: la cristiana, la mahometana y la hebrea. Su mayor gloria es de orden cultural y por la labor tan ingente que llevó a cabo mereció el sobrenombre de «el Sabio». En torno al monarca se congregan juglares y trovadores, jurisconsultos, historiadores y hombres de ciencia. Ya desde antes de ser rey se rodeó de eruditos cristianos, musulmanes y hebreos, a quienes confió la traducción de libros árabes y la composición de obra nuevas, continuando así la misión llevada a cabo por los traductores de Toledo desde el siglo XII, pero aportando la gran novedad de que la mayor parte de las traducciones se hicieron en castellano y no en latín. Alfonso trazaba el plan de las obras, señalaba las fuentes en donde habían de inspirarse y corregía el lenguaje para que se atuviera al «castellano auténtico». Así nacieron Las Siete Partidas, el Fuero Real, la Primera Crónica General, la Grande e general estoria, Libros del saber de Astronomía (en el que figuran las Tablas alfonsíes, fruto, en parte, de las observaciones efectuadas en el observatorio por él fundado en el toledano castillo de San Servando), Lapidario, Libro de la Ochava Esphera, Libro de las Cruces, el Setenario, Libros de los juegos de ajedrez, dados y tablas, Libro de ajedrez, etc. Compuso en gallego las Cantigas de Santa María y algunas poesías profanas. Entre las traducciones merecen especial mención la castellana de Calila e Dimna y la francesa de la Escala de Mahoma; también se tradujeron la Biblia, el Corán, el Talmud y la Cábala. Continuar leyendo

El palacio del Nuncio Nuevo, arquitectura de la razón [José Mª Martínez Arias]

MENTIS. INTEGRAE. SANITATI. PROCURANDAE.

AEDES. CONSILIO . SAPIENTI. CONSTITUTAE. ANN. DOM. MDCCXCIII

“casa construida por sabio consejo para restablecer la salud de la mente.

Año del señor de  1793.”

Tras leer el mensaje escrito en el dintel que da acceso a este edificio, no es casual que en una de las etapas más luminosas de la arquitectura española, -la del neoclasicismo-, se decidiera erigir precisamente el nuevo hospital de dementes por iniciativa del también ilustrado Cardenal Lorenzana en la ciudad de Toledo. Continuar leyendo

La Sala Capitular de la catedral de Toledo en dos capítulos (y 2) [Jesús Fuentes Lázaro]

CAPÍTULO 2

Juan de Borgoña, tan pronto se consiguió el silencio en el murmullo rebelde de los canónigos, desplegó sus láminas con dibujos en los que se contenían las historias que se contarían en la Sala Capitular. La Redención de la humanidad en la que la protagonista iba ser la Virgen de San Ildefonso. Los focos de cada escena se centrarían en la madre de Dios. Ninguna catedral del orbe católico podría competir con aquella el milagro, como había afirmado Cisneros. Las pinturas ocuparían todas las paredes de la sala. Representarían doce “ystorias” de la vida de la Virgen a las que se añadiría un Juicio Final en una pared entera de la sala capitular. Continuar leyendo

La Sala Capitular de la catedral de Toledo en dos capítulos (1) [Jesús Fuentes Lázaro]

CAPÍTULO 1

Como Gabriel, el protagonista de la novela de Blasco Ibáñez, “La Catedral,” como “Ángel Guerra”, de Benito Pérez Galdós, como los personajes, en ocasiones esperpénticos, de las novelas de Félix Urabayen, o las personas torturadas de Luis Béjar, Jerónimo Maldonado había soñado con un viaje exhaustivo a las capillas y compartimentos de la Catedral de Toledo. Pero ha tocado soportar una epidemia como las peores de la Edad Media, que ha impuesto confinamientos, restricciones y distancia social. Continuar leyendo

Un jardín de pájaros esmaltados [Jesús Fuentes Lázaro]

@Antonia Mota

José Aguado Villalba pasaba por las calles de Toledo experimentando sensaciones y descubriendo secretos que él solo comprendía. Desenterraba de “rodaderos” trozos de barro de los primeros habitantes, restos romanos, lacerías anónimas, tejas de colores opacadas por el paso de siglos, indicios de cerámicas de reflejos metálicos. Discutía con firmeza cuál era la tonalidad adecuada de las llamadas lozas doradas. Y hasta descubría, aunque no existieran, jardines artificiales, como los de Babilonia o Nínive, con pájaros, reales o articulados, tan naturales los últimos como los primeros. Toledo, sus calles, sus paisajes, sus edificios y su historia representaban para José Aguado el mundo que él conocía a fondo y el que quería reinventar. De eso iba a ir la totalidad de su obra: de moldear el barro a la manera de un dios humano y plasmar en ese material paraísos artificiales, pero cercanos. Continuar leyendo

Toledo impura, UNESCO y el maestro ciruela [José Ramón de la Cal]

Sainte Chapelle @La Cámara del arte
Sainte Chapelle @La Cámara del arte

Siempre me pareció que la Catedral de Toledo es el anti-gótico, que su situación deprimida en la topografía de la ciudad, la forma de entrar bajando en vez de subiendo, mirando al suelo en vez de al cielo, su extensa horizontalidad, su aire denso y lóbrego, sus rollizas columnas, sus arbotantes encorvados, su claristorio mojigato… nada tienen que ver con la esbeltez, ligereza y el pandemónium colorido estilo que se rebeló para salvar a Europa de las tinieblas del medioevo. No, la toledana no es la Sainte Chapelle. Continuar leyendo

Museo imaginario, museo infinito [José Rivero Serrano]

André Malraux

La celebración del día Mundial de los Museos, el pasado 18 de mayo, vino acompañada este año de 2020, año de la pandemia del COVID-19, por algunas reflexiones que apuntan y señalan a su posible redefinición conceptual y a su probable modificación venidera. El nacimiento de la distancia social –que no deja de ser una distancia de seguridad ante el potencial contagio del transeúnte infectado– introduce una nueva espacialidad anómala en el museo; de la misma forma que la utilización sistemática del erstaz museístico –como ámbito de nueva relación y revelación entre el visitante y el museo sucedáneo o virtual– abre otra distancia diferente de la anterior, como ya nos habían mostrado las reconstrucciones musealizadas de las Cuevas de Altamira y de Lascaux. Circunstancias que junto a la masificación advertida en los últimos años habían llevado a preguntarse sobre el debate entre preservación o autenticidad (El País Ideas, 24 diciembre, 2016). Y, finalmente, la reinvención tematizada con filiales de las casas centrales (Guggenheim, Pompidou o Louvre) y la extinción del museo decimonónico convertido ya en Museo de masas, abren nuevas reflexiones sobre el sentido venidero del Museo, particularmente del Museo de Arte. Junto a esos aspectos conceptuales los estrictamente sanitarios, que han llevado al cierre actual de los museos y han dejado de propiciar ocupaciones extraordinarias y limitar su aforo. Todo ello en imágenes que tras la pandemia ya no volverán a repetirse y que no veremos, ha suscitado reflexiones como las de Suay Aksoy y como las José Díaz Cuyás. Continuar leyendo

El hombre que veía colores [Jesús Fuentes Lázaro]

Luis Pablo Gómez Vidales es el hombre que pasa por la calle y saluda a los presentes. Es el hombre campechano, como si fuera de Ocaña, que estudia la vida, el arte, la antropología, la tradición hebrea o habla contigo de sus inquietudes o su visión ecuménica del mundo. El hombre que mira los objetos, las plantas, los edificios, los humanos o los demás seres vivos o inertes y los ve de color, en colores. Cada uno se muestra con su propio color, dice con la espontaneidad del quién habla de lo extraordinario y lo normal como si formara parte habitual de su existencia. ¿Eres sinestésico?, le pregunto. Y contesta que cree que no, que ha tenido la misma mirada desde que era pequeño. Sostiene, entre dudas, que el mundo es de colores, aunque la existencia y la vida cotidiana se le antojen opacas y oscuras. Continuar leyendo

La Fuente Grande de Ocaña. La arquitectura del agua [José Mª Martínez Arias]

Fotografía de la Diputación de Toledo.

Hay lugares que cuentan con una magnetismo especial, una fuerza de atracción inexplicable que quizás surja de las propiedades geológicas del lugar. El Genius Loci o genio del lugar ha hecho posible erigir en ellos obras de destacado interés arquitectónico que en ocasiones suponen lo más elaborado de una determinada tipología constructiva, o en otras toda una rareza que lo hace si cabe, aun más especial. Continuar leyendo

Borges, el hexágono y la Universidad Laboral [Jesús Fuentes Lázaro]

“Vórtice” José Mª de Labra (1979) Baluard Museu d’Art Modern i Contemporani de Palma

Para quienes no conozcan la narración de Borges La Biblioteca de Babel, este texto les supondrá alguna sorpresa. Incluso alguien pensará, cuando se adentre en él, que se emplean cañones para atrapar mosquitos. Tal vez sea la forma de atraer la atención de los que no quieren darse por aludidos. ¿Qué tienen en común una narración  del autor argentino con la antigua Universidad Laboral de Toledo, en la actualidad IES? A simple vista, nada. Pero, sigan leyendo. Continuar leyendo

De las Memorias de Manuel Fuentes (y II) [Jesús Fuentes Lázaro]

Extractos y puesta a punto de la Memorias del escultor

Segunda parte

En un patio de vecindad la vida de los demás carece de secretos. Cuando no estábamos en el colegio, el resto lo pasábamos en el patio o en la calle, menos en invierno que lo hacíamos al brasero de carbón y picón, escuchando novelas o consultorios sentimentales en la radio. Y ahí estaba Miguel, trabajando en su casa y sacando, según la madre, un buen sueldo. Preparaba las piezas que servían para incrustar los hilos de oro del damasquinado que se vendían en las tiendas florecientes de aquellos años. Abundaba la gente en estos trabajos. Era una forma de completar sueldos, siempre cortos, y más para mantener familias que crecían. En mi caso, me siguió una hermana, Esperanza, y más tarde otro hermano, José Luis. Cambié el trabajo de monaguillo por el damasquinado. Me serviría para descubrir que tenía ciertas habilidades en las manos y una inclinación fácil hacia el dibujo. De manera espontánea, empecé a dibujar. Continuar leyendo

De las Memorias de Manuel Fuentes (I) [Jesús Fuentes Lázaro]

 

Extractos y puesta a punto de la Memorias del escultor

Primera parte

Lo más terrible iba a ser el silencio. Silencio abismal. Los últimos meses, desde el diagnóstico inicial, fue como si se hubiera fundido. Como una máquina que deja de funcionar. Sin corriente, sin energía, sin los impulsos que le habían  transportado desde la infancia hasta el deseo de inmortalidad que había buscado trabajosamente con sus obras. Continuar leyendo