. I .
Suzanne Grange y Raymond Edanz ha terminado su épico Mural del Anillo en la cafetería de la Universidad Laboral. Han sido tres años de trabajo y un proceso de creación, aprendizaje y adaptación casi siempre agotador. Tres años de dudas y tanteos: es la primera vez que acometen una obra tan inmensa y tan compleja. Han librado un combate sin tregua contra el fuego, los colores sometidos a ese mismo fuego, hasta cinco cocciones algunos, los temas a contar, los personajes que pueblan y palpitan en el mural, su organización en el espacio, el equilibrio entre unas figuras y otras, la armonización del colorido de los personajes cuando se juntan entre ellos. El diseño, primero, su traslación al barro, después. Un barro de alta calidad, como los colores empleados. Todo debe encajar para que nada chirríe. El resultado final no tiene que ser estridente, sino impactante. Tiene que sorprender al espectador, tiene que hechizarle. No hay que olvidar que el trabajo se realiza en un centro de formación y educación. Es como una extensión visual y técnica de la formación del alumnado. Por otro lado formará parte del proyecto identitario de un Centro educativo que empieza su andadura. El trabajo ha supuesto un ingente y apasionante esfuerzo que el matrimonio ha realizado con entrega, dedicación, estudio y audacia. Quieren dejar constancia de su presencia en el lugar que les ha encargado el trabajo en la ciudad de la que se han enamorado.
El título del Anillo tiene su origen local en la visión que repetidamente experimentan los creadores, cuando paseando por un lugar que los nativos denominan extrañamente Valle, ven cómo la niebla surge del rio, circunda la ciudad y la envuelve como un anillo mágico. En un texto, titulado el Anillo, se escribe sobre el anillo “Fantastique, opaque, et glacé, l´anneau de broouillard qui s´elevait de la vallée profonde, se refermait autour de la ville qui en surgissait dan une totale et inacessible irrealitté.” (Fantástico, opaco y helado, el anillo de niebla se elevaba desde lo profundo del valle para cerrarse alrededor de la ciudad que surgía en una total e inaccesible irrealidad). Las visiones reiteradas en los días de niebla confieren a la ciudad un entorno misterioso. Ciudad suspendida entre el cielo y la tierra. Pero el anillo también es un caparazón que envuelve y limita a los seres humanos. Es un anillo metafórico que separa lo material de lo espiritual, esa dualidad en la que los autores creen firmemente. El anillo oprime, pero puede ser talismán de liberación. Llave mágica para acceder desde los mundos del subsuelo a los mundos aéreos. La visión encaja en los gustos estéticos, musicales y personales del matrimonio. Son seguidores de la música de Wagner, de sus obras entre las que se encuentra el Anillo de los Nibelungos, de las teorías teosóficas “fin de siécle” en las que Wagner creyó. Les interesa la astronomía, los extraterrestres, la parasicología. Toledo es su ciudad del anillo.
Tras tres años intensos y con el Mural terminado, el matrimonio considera que es un buen momento para continuar el trabajo iniciado. Emprender nuevas obras que aporten un aire colorido a la arquitectura orgánica del Centro educativo. Controlan las partes mecánicas de la composición, los instrumentos técnicos y no les faltan temas para seguir confeccionando diferentes murales. Proponen al director del centro, mecenas de los creadores, llenar una pared exterior que se encuentra en una confluencia de caminos y próxima a la biblioteca. Con los recursos cada vez más menguados, el director accede a la nueva propuesta. Llenarán de color esa pared muerta del espacio exterior. Surgirá así un nuevo mural que contiene las enseñanzas de la materia de Bretaña, del ciclo artúrico, de las narraciones de Chrétien de Troyes, del alemán Wólfram von Eschenbach. Será un mural sencillo de contemplar, pero complejo de interpretar. Eso prefieren dejarlo para los formadores y educadores del futuro. Para que la gente que venga después, cuando ellos hayan desaparecido, se adentren en los secretos y enseñanzas que el mural del grial esconde.
La composición está integrada por un fondo rojo que le presta un sobresaliente colorido escenográfico sobre el que se graban palomas que descienden sobre los hombres. Una mujer etérea, prototipo, diosa, sacerdotisa, doncella mágica y majestuosa, virgen de cualquier creencia religiosa, porta un vaso identificado con el Grial.” En el otro lado, el nombre de la dama en un azul exquisito, Repanse de Joie, para que no existan dudas sobre el personaje. Se basarán en la obra del alemán Wólfram von Eschenbach, titulada Perceval, que ha copiado con modificaciones importante una obra anterior del escritor francés Chrétien de Troyes. Sobre la obra del alemán basará Wagner su opera Perceval. Y todo, a su vez, conectado con el Toledo heterodoxo, el de la alquimia, el de la astronomía, el de las traducciones del griego, del hebreo, del árabe a las lenguas romances incipientes, el de la búsqueda de la piedra filosofal.
. II .
Cuenta el autor alemán en el canto IX que existió un personaje llamado “Kyot de Provenza,” que ejercía de maestro cristiano en la ciudad hispana de Toledo. Este le habría proporcionado un manuscrito sin interés, adquirido tal vez en un mercado como siglos más tarde imaginaría Cervantes, y en lengua árabe que pertenecía al sabio Flegetams, hijo de padre musulmán y madre judía. El sabio astrónomo, descendiente del rey Salomón por línea materna, rey mago de la cultura indoirani, habría encontrado los secretos del Grial escritos en las estrellas. Kyot aprende árabe para leer el manuscrito y a partir de ahí iniciará un viaje por toda Europa para aprender más sobre el Grial y la hermandad que lo custodiaba. Kyot viajaría finalmente a Anjou donde conocerá “Los Cuentos de Percival” de Chrétien de Troyes.
Los estudiosos actuales rastrearon las huellas reales de Kyot y han identificado un personaje, un poeta de Provenza, llamado Guiot, natural de la localidad de Provins, aunque ninguna de sus obras trate sobre el Grial ni se establezca relación temática alguna con Perceval. Esa ausencia de pruebas ha dado paso a la teoría de un personaje inventado por el poeta alemán para conferir el texto un indudable aire misterioso y esotérico. En los siglos XII y XIII Toledo era considerada uno de los centros más prestigiosos de las ciencias que siglos más tarde, se considerarían oscuras. A ella se desplazaban los sabios, las mentes inquietas, los personajes de ficción de la literatura europea, en busca de las ciencias que en Toledo se estudiaban.
Para conocer a la dama que aparece en el mural hay que buscar en el Perceval del autor alemán. Perceval llega al castillo del Rey Pescador y contempla una procesión de mujeres, entre ellas una que lleva el Grial. El viejo rey puede curar sus heridas y enfermedades si Perceval formula las preguntas adecuadas, cosa que no hará en esta primera versión, que pueden curar las heridas del viejo rey. La dama se llama Repanse de Schoye o en versión francesa Repanse de Joie, en castellano, Dispensadora de gozo. Repanse porta el Grial por su pureza. En historias posteriores se casará con Feirefiz, hermano de Perceval, desconocidos entre ellos. Se enfrentarán en un combate que ninguno podrá ganar. En ese momento es cuando descubrirán su relación familiar. Feirefiz es hijo de Gahmuret y de Belacane, reina de Zazamanc, a cuyo reino ha ido a defender de sus enemigos. Se casarán y pronto tendrán un hijo, blanco con manchas negras para expresar la mixtura de las razas. Por las manchas se lo comparará con una urraca, aunque eso no atenta a su belleza de caballero apuesto.
La reina Belacane tiene miedo de perder a su marido y le ruega que no participe en los torneos habituales de los caballeros. Este en algún momento se olvida de los deseos de la mujer y decide viajar a España. Allí se enterará de la muerte de su hermano el rey de Anjou que le deja el reino. Ya en Europa se casa con Herzeloyde de Waleis. Tendrán un hijo, Perceval. Feirefiz viaja a Europa con un ejército sarraceno para buscar a su padre. En la búsqueda se encuentra con Perceval. Se establecerá un combate caballeresco entre los dos que se mantiene igualado. Para acabar de forma honrosa a Perceval se le ocurre la idea de romper la espada en el casco de Feirefiz y concederle la victoria. Feirefiz, a su vez, no está dispuesto a seguir la pelea contra un hombre desarmado. Feirefiz confesará que si no hubiera perdido la espada Perceval hubiera ganado el combate. Y así descubren que son hermanos. Marcharán los dos a la corte del rey Arturo. Durante la fiesta aparece Cundry que llevará a Perceval al castillo del Rey Pescador, Anfortas. Perceval esta vez hace las preguntas pertinentes al Rey Pescador que sanarán sus heridas de sus heridas. Feirefiz no puede ver el Grial porque no es creyente. Cuando se bautice podrá verlo y sobre todo casarse con Repanse de Schoye. Feirefiz y su nueva esposa regresan a las tierras de Oriente y serán padres del Preste Juan, difusor del cristianismo en tierras paganas.
El Grial que porta Repanse y sus secretos ha sido descubierto en Toledo, según el autor alemán Wólfram von Eschenbach. Una versión heterodoxa que se separa de las corrientes artúricas. Entiende, contra de lo que se lleva en la Europa de su tiempo, que los sarracenos no son malos sino que están confundidos lo cual se puede arreglar con el bautismo. Al mismo tiempo confiere protagonismo a una mujer haciéndola la única portadora del Grial entre las mujeres que componen la procesión ritual en el castillo del Rey Pescador. Incorpora leyendas de la materia de Bretaña, recuerdos y narraciones de ritos y personajes de la tradición oral celta y atribuye un papel protagonista a las mujeres, herencia difusa de un matriarcado presente en rituales ancestrales de los celtas.
El Grial que, excepcionalmente exhibe Repanse, proviene de las leyendas artúricas. En una de las reuniones de los caballeros de la Mesa Redonda aparece Cundry una mujer fea que avergüenza a Perceval por su comportamiento en la primera vista al castillo del Rey Pescador. Allí cuando vio la procesión del Grial debería haber hecho las preguntas que hubieran sanado las heridas del rey. Pero Perceval se calló y el rey continúo con sus padecimientos. La mujer propone a los caballeros del rey unas aventuras que les entusiasman. Perceval romperá la propuesta y mediante un giro notable introduce en la narración lo que realmente va ser la búsqueda del Grial. No se trata ya de defender el honor de damas en aprietos, ni tampoco de los combates que fortalecen a los caballeros y dan sentido a sus vidas, se trata de saber a “quien se sirve con el grial, encontrar la lanza que sangra y se le diga la verdad probada de por qué sangra y por ningún trabajo dejará de hacerlo.” Se configura con estas palabras lo que se conocerá como la “Queste del grial.” La aventura de la búsqueda del Grial, que se prolongará hasta el siglo XX en algunos aspectos del surrealismo y más popularmente en la primera película de la saga de Indiana Jones
Durante los siglos XII y XIII aparecen en la literatura medieval europea ficciones de cuestiones maravillosas procedentes de la materia de Bretaña que a su vez proceden de las narraciones orales de poetas ambulantes de origen celta. En esas narraciones se mantienen elementos de las tradiciones druídicas que se irán transformando lentamente bajo la influencia del cristianismo cada vez más expansivo. Son narraciones ficticias que pretenden asombrar a los lectores o a quienes en las reuniones en los castillos escuchaban las narraciones de casos maravillosos. Como ejemplo de esas maravillas se sitúa el Grial que produce espanto y admiración.
El Grial trasportado en un plato, en un ciborio, en un vaso o un cáliz, produce luz en sí mismo. En realidad es la propia luz. Cuando en la procesión del grial aparece la mujer que lleva el grial nace una luminosidad tan brillante que diluye la luz de las candelabros. Y cuando, por la propia opinión de Perceval pase de ser objeto que impresiona a búsqueda, entraremos en un proceso que desencadena un viaje hacia la luz, un viaje hacia conocimiento. Lo maravilloso es así la emoción y la aventura del conocimiento.
En el mural de la antigua Universidad Laboral la mujer, vestida con galas de modernistas, muestra a los espectadores un vaso cubierto a la manera de un objeto litúrgico. Dentro se oculta la maravilla de las demás maravillas, sin que realmente se nos indique en qué consisten esas maravillas. La portadora es Repanse de Schoye, una mujer que por su condición de pureza solo ella puede portar. Asistimos así a la evocación de un mundo que desde las leyendas antiguas de la Cultura Mediterránea definen el papel de la mujer como las únicas capacitadas para custodiar los objetos maravillosos. Estas referencias arcaicas irán integrándose en las narraciones siguientes y en otras posteriores de los monjes y autores cristianos. Será en ese proceso cuando el papel de las mujeres se vaya traspasando a los hombres predominantes en las iglesias y en los monasterios. Y eso enlaza con una vinculación subterránea con el catarismo que fue perseguido por la cruzada que el papa Inocencio III proclamó contra ellos hasta su extinción completa.
Suzanne se sentía descendiente de algunos de aquellos nobles cátaros que fueron perseguidos hasta el exterminio por profesar creencias heterodoxas en las que la mujer desempeñaba un protagonismo similar al de los hombres. No existían distinciones de género y para el poder dominante era un peligro cierto. Mathilde, la hija de Suzanne, una vez llamó a esta figura virgen cátara y esa alusión nos adentraría en la referencia, también oculta en el mural, a María Magdalena, que entre los cátaros ocupaba un papel central de sus doctrinas. Se cuenta que María Magdalena, hermana de Lázaro y de Marta, con San Dionisio Areopagita se llevaron el Grial a Marsella y que María Magdalena lo custodió hasta su muerte en una cueva cercana a Tarascón y desde allí pasaría al castillo de Montsegur o el Montsalvage del que habla Wólfram von Eschenbach.
El mural se enmarca en un fondo de color rojo intenso que entronca con la tradición expresiva de los colores. Los colores poseen un lenguaje propio. No solo sirven para adornar o decorar sino para trasmitir mensajes alusivos al estatus social o los valores de la sabiduría o la belleza. Los colores primarios son el rojo, el negro y el blanco y más tarde se incorporará el azul lapislázuli y cada uno encierra un mensaje simbólico. En la cultura griega el rojo representaba vitalidad, belleza, juventud, particularmente asociadas a figuras femeninas. El valor alegórico se mantendrá de manera continuada en sucesivas expresiones del arte y de ahí pasará a la cultura cristiana en la que el rojo representa la metafísica de la luz, en consecuencia una emanación de lo divinidad. En el mismo mural, en hueco relieve, un cielo de palomas en posición descendente hace referencia a Espíritu Santo, portador de la sabiduría a la que tendrían acceso los hombres religiosos tras pasar unas duras pruebas. Estos, a su vez, impondrán las manos aquellos que hubiera perdido el contacto con el Espíritu. Era lo que los cátaros conocían como “consolamentun”. Los cátaros eran esencialmente dualistas. Y en las obras de Suzanne y Raymond el dualismo está presente. La tierra y el cielo se interrelacionan. Solo les separa el espacio físico y temporal que ellos anulan en sus obras. Los personajes del cielo y los de la tierra vivirán idénticas experiencias y estarán sometidos a las mismas pruebas e idénticos sentimientos.
. III .
La antigua Universidad Laboral, en la actualidad, IES, es un lugar abierto. El Mural del Grial puede contemplarse al lado de la Biblioteca. Se encuentra a cielo abierto lo que perjudica su conservación, Ya ha desaparecido alguna pieza, otras se están rasgando por la acción de los elementos naturales. Y algunas otras en la parte superior se están despegando. Los poderes públicos deberían tomar medidas protectoras de estas piezas únicas, sobre todo este Mural del Grial expuesto al sol y al frío un año tras otro.
Jesús Fuentes Lázaro
Las fotografías son del autor del artículo.