Estimado Sr.
Me dirijo a usted por si mi ayuda pudiera servir de algo al impresionante trabajo de investigación que recientemente han publicado en su blog “hombre de palo” sobre la escultura de Alberto Sánchez “El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella.”
Me atrevo a ponerme en contacto con usted ya que, a pesar de mi grosera carta anterior, me abrió la posibilidad amablemente de colaborar con el blog.
Exponerme a la opinión pública no es algo que convenga a mi actividad de investigador privado, pero en este caso haré una excepción, por su trabajo y el personaje del que se trata.
Dispongo de alguna información que, tal vez, les pueda servir para el reconocimiento local del toledano Alberto Sánchez.
A través de una antigua compañera francesa de mi época de estudiante “Erasmus” tuve información de que siendo ministro de Asuntos Exteriores del segundo gobierno del Sr Rajoy, me parece que un tal Alfonso Dastis, no estoy seguro, en una de las reuniones en Bruselas de los técnicos de exteriores de Francia, mi amiga Beatrice Huel (Beatrice, como el amor de Dante) fue testigo de la siguiente conversación.
– Jeronme Hamon, (alto funcionario de Asuntos Exteriores de Francia): Sr ministro, han aparecido en los sótanos de nuestro ministerio unas “cajas de madera” en las que, se cuenta, se guardan las piezas de una escultura de un autor español llamado Alberto Sánchez.
-Ministro: ¿quién, coño es ese?
-Jeronme Hamon: por lo que se sabe en el ministerio, participó en una exposición en Francia en los convulsos años treinta. La invasión de Francia por los nazis, obligó a que todo se precipitara y se escondiera cualquier obra de arte de la codicia de los invasores. Desde aquellos tiempos se pierde la pista, hasta que en los gobiernos del Sr. Mitterrand se entregan una serie de obras de arte que se guardan en el Ministerio a la espera de que el Louvre decida qué hacer con esos fondos.
-Ministro: pero si es un autor español, deberá ser devuelto a España.
-Jeronme: Pues eso es lo que me ha encargado mi ministro. Que le entregue esas seis cajas.
-Ministro. Espero, no nos precipitemos. Tengo que consultar con mi Presidente.
Según lo contó Jeronme Hamon a mi amiga Beatrice, al día siguiente el ministro español le dijo que había hablado con el presidente Rajoy. En la conversación parece que el Presidente español le preguntó al ministro quién coño era ese.
Ante la respuesta del ministro que había formulado idéntica interrogante, Rajoy le dijo, bueno, cojan lo que le entreguen, pero no arme ningún revuelo. Nada de prensa y de difusión de la noticia que siempre nos pillan por algún lado.
El ministro cumplió el mandato con discreción, pero hizo algunas averiguaciones para trasmitírselas al Presidente.
-Ministro: Presidente, parece ser que las piezas que hemos almacenado en el Palacio de Santa Cruz pueden pertenecer a un tal Alberto Sánchez, que huyó a la Unión Soviética en los tiempos de la guerra civil.
-Rajoy: Un comunista, seguro. A quien se le ocurre exiliarse a Rusia y no a Panamá, Paraguay, Argentina o Chile que forman parte de la madre patria. Bueno, déjelo donde está para que se olvide. El tiempo, ministro, es nuestro mejor aliado y mas eficiente que usted y yo resolviendo problemas.
Hasta aquí la información que tengo sobre este asunto. Por supuesto, los diálogos no son literales, pero según mi amiga fueron así aproximadamente en la parte de Bruselas.
En cuanto a los diálogos entre el presidente y el ministro, proceden de unas grabaciones secretas que circulan por los ambientes de las alcantarillas y del subsuelo de todas las ciudades, sobre todo Madrid.
Cómo llegaron a mí las cintas es lo de menos. Es parte de mi trabajo. Y más porque afecta a Toledo y a un toledano y conoce, por nuestra conversación primera, mi amor incondicional por la ciudad.
Para terminar, decirle que la Sra. Aguirre, en sus tiempos de presidenta de la Comunidad de Madrid, tuvo noticias de las cajas de madera que contenían la obra de nuestro escultor. Habló con la familia y les ofreció comprársela, pero ellos se negaron.
Alberto Sánchez había manifestado su voluntad firme de que la obra fuera expuesta en Toledo. Por ejemplo, a la entrada de la ciudad, viniendo por la carretera de Madrid. Como ven la familia se manifestó con la misma integridad que lo había hecho en vida Alberto Sánchez.
Que fuera comunista no desmerece su amor por la ciudad.
Atentamente
Mauricio Salazar de Carnero, Detective Privado