Vidas paralelas ……. [Antonio Sánchez-Horneros]

Alberto Sánchez (1895-1962) y Baltasar Lobo (1910-1993)

Zamora en el ocaso del verano aun aparece luminosa. El Castillo y el parque que le rodea esta  jalonado de elocuentes esculturas que nos transportan al fértil huerto del arte español en  la segunda mitad del siglo XX.

El paseo por el parque, dedicado al escultor Baltasar Lobo, y la posterior visita al museo del artista, evocaron en mi memoria a Henry Moore, Pablo Gargallo, Picasso y especialmente a nuestro  Alberto Sánchez. La vuelta de Zamora a Toledo trajo, junto al equipaje, un extraño  sentimiento de melancolía, pena, frustración y…  culpa.

Alberto Sánchez nació en 1895, mientras que Baltasar Lobo lo hacía en 1910. Esta diferencia de edad no fue obstáculo para que sus vidas transcurrieran por caminos semejantes. Ambos pertenecieron a modestas familias. Panadero fue el padre de Alberto, mientras que el de Baltasar fue carpintero. Ambos fueron becados por sus respectivas Diputaciones, Toledo y Zamora. Ambos tuvieron la misma componente en su actividad artística buscaban renovación y la superación de los academicismos al uso.

Baltasar Lobo abandona la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y trabaja con el  Imaginero Ramón Núñez y con el tallista Ángel Garzón. Dibuja y modela en el Círculo de Bellas Artes y en la Escuela de Artes y oficios.

Alberto Sánchez trabaja en la herrería de Santiago Ramírez y con el escultor José Estanys. La escuela de Artes y Oficios le niega el acceso.

Desde 1920 a 1935 ambos contactan con los movimientos de vanguardia intelectuales y artísticos. Baltasar conoce la obra de Picasso, Dalí, Gris, Bores y Gargallo. Alberto expone junto a Vázquez Díaz y Palencia y conoce a Lorca Dalí y Maruja Mayo.

Baltasar participa en la Escuela de Vallecas fundada por Alberto y Benjamín Palencia.

Baltasar Lobo y Mercedes Guillén en Praga en 1946. @ A. Remesal. Publicada en elnortedecastilla.es

La guerra civil nos dibuja en ambos sendas paralelas. Baltasar Lobo casa con Mercedes Guillén, se enrola en el  bando republicano como miliciano de la cultura y colabora en revistas anarquistas, un bombardeo destruye su estudio y, finalmente, se exilia en Francia.

Alberto era afiliado a las juventudes socialistas, se casa el mismo año de 1936 con Clara Sancha, combate en el ejército republicano y también un bombardeo destruye su estudio. Tras la ejecución de la escultura del pabellón de París, se exilia en la URSS acompañando a los niños españoles.

Tras las penurias de la Segunda Guerra Mundial inicia Baltasar una etapa de reconocimiento. Importantes exposiciones y premios entre otros el Premio Nacional de Artes Plásticas 1984. Fallece a la edad de 83 años en París.

La Segunda Guerra traslada a la familia de Alberto desde Moscú a la República Soviética de Bashkiria. A su vuelta a Moscú en 1943 trabaja en decorados teatrales para diferentes teatros rusos; volverá a realizar esculturas tras la muerte de Stalin hasta su fallecimiento en 1962 a causa de una enfermedad.

El año 2001 el Museo Nacional  Centro de Arte Reina Sofía le dedica una exposición itinerante que llevará  su obra también al museo de Santa Cruz de Toledo y al Museo Nacional d´Art de Cataluña. Durante los años 1975 al 2001 se instaló, con mejor intención que resultado, la obra de Alberto en el hoy desaparecido Museo de Arte Contemporáneo en la Casa de las Cadenas en la toledana calle de Las Bulas. Desde entonces aquí su obra se encuentra en los almacenes del Museo de Santa Cruz.

Zamora esta proyectando un nuevo museo que recoja la obra de Baltasar que se encuentra, además del actual museo, en el Museo de Zamora y el Museo Etnográfico de Castilla y León. Finalmente ha creado una Ruta Espacios Lobo por plazas y calles de la ciudad en los que se pueden admirar sus esculturas en bronce.

El reconocimiento de la ciudad a su preclaro hijo es, seguramente, una consecuencia de la sensibilidad, agradecida por la herencia recibida, de sus ciudadanos y de sus instituciones. Los Amigos de Baltasar Lobo, el Ayuntamiento de Zamora y la Fundación Baltasar Lobo al unísono, incluido el Obispado que cede temporalmente la Casa de los Gigantes para la actual instalación, han hecho posible este permanente homenaje y la presencia del gran escultor en la ciudad de Zamora.

Sin palabras.

Antonio Sánchez-Horneros, arquitecto.


Adjuntamos el enlace al pdf de la “RUTA ESPACIOS LOBO: Un paseo por Zamora con el escultor Baltasar Lobo”, editado por la Ayuntamiento de Zamora, la Fundación Baltasar Lobo y los Amigos de Baltasar Lobo.

Se incluye también el enlace al documental “Baltasar Lobo. La soledad del escultor” de Agustín Remesal, que se pudo ver en Los imprescindibles de RTVE. Disponible en Facebook en Cineteca Documentales Anarquistas.


Nota: Tras la publicación de este artículo en el blog, Jesús Fuentes publicó otro sobre el artículo de Antonio Sánchez-Horneros en la Tribuna de Toledo el 21/10/2022. Con el título de “Dos escultores, dos ciudades”, Jesús reflexiona -y también se lamenta- sobre el tema. Por el interés, y porque complementa el primero, dejamos aquí el enlace.  

 

 

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