La Fundación Miguel Fisac y el Colegio de Arquitectos de CLM acaba de publicar el libro Miguel Fisac: Vivienda. 1943- 2006. Es el cuarto volumen que, desde la Fundación, estamos editando para dar a conocer la obra de Miguel Fisac, cuyos archivos se conservan en la Demarcación de Ciudad Real del Colegio de Arquitectos. El primero recogía una selección de fotografías de su obra, el segundo estaba dedicado al diseño de mobiliario y el tercero al espacio religioso. Este cuarto volumen se dedica a la vivienda, sector que él revindica como esencial en la arquitectura, aunque siente que las diferentes administraciones le han dejado de lado en muchos proyectos de vivienda colectiva.
La vivienda colectiva.
El primer proyecto conocido de Fisac por haber sido el primer premio en el Concurso convocado por el Colegio de Arquitectos de Madrid en 1950 es el denominado “Casas den cadena”. Un proyecto que resolvía la estructura con muros perpendiculares a la fachada dejando libre la solución de esta superficie que, en el concurso, dibujaba en una solución en madera. Años después, cuando tuvo que concretarla en un proyecto de viviendas de promoción pública en 1956 en Puerta Bonita cambia la madera por el Durisol un material de importación realizado con hormigón.
Y, junto a esa solución estructural una ordenación de los conjuntos de viviendas que rompe el esquema ortogonal con una organización irregular que genera críticas importantes en muchos sectores y de las que se defiende de forma enérgica. En el barrio del Zofío, en 1955, ensaya esa propuesta de ordenación orgánica. Décadas después orientará esta solución a propuestas que crean pequeños conjuntos con un espacio común entre ellas como hace en 1978 para las viviendas de Casa Guarenas (Venezuela) y en las 284 viviendas de la Granja en Ciudad Real en 1985.
Cerca de 40 proyectos de viviendas colectivas en las que va incorporando sus soluciones constructivas como el ladrillo con goterón que había definido para el Centro de Investigaciones Biológicas y que utiliza en el Grupo de Viviendas para la Cooperativa de Autores en Madrid en 1966 o el hormigón con encofrados flexibles que utilizará de forma masiva en las viviendas del Parterre en Daimiel en 1977.
La vivienda unifamiliar.
Los proyectos de viviendas unifamiliares tienen una doble vertiente en la obra de Fisac: aquellos que nacen de la arquitectura popular del lugar tanto en sus sistemas constructivos como en su formalización y aquellos otros de formas más libres en los que los materiales y las nuevas formas definen los espacios residenciales. Las viviendas de los hermanos Larragueta de 1954 se definen desde la arquitectura popular de Ortigosa del Monte y las tres viviendas de 1955 en Mateo Inurria parten del uso del ladrillo visto, pero renuevan su ordenación en un triple juego de formas similares pero que recogen las demandas de cada usuario.
Las viviendas unifamiliares de grandes dimensiones le permiten juegos de organización en los que las orientaciones, la presencia de los patios interiores y los nuevos materiales configuran una arquitectura renovada. Estructuras de hormigón con sus vigas hueso pretensadas en cubiertas, soluciones de muros de carga interiores junto a soluciones de pilares y losas de hormigón en cubiertas van generando un conjunto de variantes adecuadas a diferentes lugares y con programas diversos dentro de las soluciones de viviendas unifamiliares. El proyecto no realizado de Giuseppe Berguesse con grandes espacios ajardinados interiores y cubiertas pretensadas suponían una reinterpretación de la arquitectura popular de la zona.
En los años sesenta proyecta las viviendas más atractivas como la de Vicente Barrera en 1962 o la de Alonso Tejada en 1967. La vivienda de Vicente Barrera con su planta en L y muros de hormigón visto en todo el exterior tiene la presencia de los voladizos de las vigas hueso pretensadas de cubierta. Dos muros del edificio se construyen con cantería cortada con cara natural para conseguir un efecto estético de una calidad rugosa. En el resto del edificio se da todo su valor estético a la expresividad del hormigón vertido en moldes, e incluso de esa misma calidad se construye la chimenea del cuarto de estar. La vivienda de Alonso tejada tiene la particularidad de tener dos rampas, una que comunica la planta inferior con la superior en la fachada norte y otra de bajada al jardín desde la galería de la segunda planta en la fachada sur. Ambas están cubiertas por unas marquesinas de piezas pretensadas. La vivienda está construida con pilares metálicos de sección cuadrada y muros de carga de hormigón armado de 20 cm de espesor.
Viviendas con patios en diferentes niveles como la casa del marqués de Villareal en el Puerto de Santa María en 1972 o la de Pascual de Juan Zurita de 1973 que incorpora los hormigones con encofrados flexibles con texturas sutiles en color blanco.
Costa de los Pinos. Sus viviendas
En el libro hemos dedicado un capítulo al conjunto de viviendas proyectadas por Fisac en Costa de los Pinos. Un conjunto de viviendas proyectadas en la década de los sesenta: Luca de Tena 1960 y la de Goizutea ese mismo año, en 1961 la de Gregorio Marañón, la casa Gasset, la casa Fanjul y la de Rafael García. En 1962 la de las hermanas Servera, Sara Larco, en 1963 Pablo Magaz, en 1967 María Pilar García y en 1969 la de Antonio García.
Viviendas con programas muy similares, en una localización muy parecida dependiendo de estar o no en primera línea de la costa y que se resuelven con construcciones que tienen como referentes la arquitectura popular de la zona. Un conjunto de viviendas que suponen un ejercicio de búsqueda particular dentro de constantes comunes.
Un capítulo está dedicado a las cinco viviendas que proyectó a lo largo de su vida. La primera de ellas, la vivienda que proyectó en Alcobendas, en el Cerro del Aire, donde diseña una casa que va creciendo en diferentes fases para adaptarse a las nuevas necesidades familiares y a la ubicación de su estudio en la proximidad de esta. Y otras cuatro viviendas que surgen, algunas como casas de vacaciones, como la de Canfranc, Costa de los Pinos o Mazarrón. La última de sus viviendas proyectadas es la de Almagro donde adquiere una antigua construcción que rehabilita manteniendo la arquitectura popular del edificio inicial casi en ruinas, incorporando en fachada unos paños con los hormigones flexibles que definen sus actuaciones en ese momento.
El capítulo De Daimiel a Almagro recoge los proyectos que realiza en ambas localidades con una importante presencia de su vida personal. Unos inicios de su actividad profesional ligados a su ciudad natal con la construcción del Instituto Laboral que se continuará con la obra del Mercado Municipal. Proyectos poco comprendidos por su voluntad de mantener la arquitectura tradicional como definidora de su proyecto. Y por ello, al final de su vida, decidirá retirarse en Almagro en una casa que rehabilita y donde realiza diferentes proyectos de restauración. Proyectos que tienen un componente personal importante y que son parte esencial de su manera de entender la arquitectura.
136 proyectos que representan un total de 3300 viviendas realizadas a lo largo de 63 años que, en la publicación Fisac: Vivienda, están documentadas con planos de cada uno de ello, fotografías de época y textos de sus Memorias. Una buena forma de conservar y dar a conocer su obra y el patrimonio conservado en la Fundación Miguel Fisac.
Con esta publicación se llega al cuarto volumen de la colección que se va conformando sobre la obra de Miguel Fisac.
Diego Peris, doctor arquitecto.
El autor preside actualmente la Fundación Miguel Fisac
Formidable