Hay una historia paralela o una historia posible de los acontecimientos vistos desde el desfile de las revistas coetáneas. Ello es cierto en general, en la Cultura[1], en la Literatura, en la Cinematografía y hasta en la Política. De igual forma podríamos decir de la Arquitectura vista y oída a través de las revistas. Y no sólo en Europa, con sus canónicas L’Esprit Nouveau, L’architecture vivante, Casabella, Architectural design, Ver Sacrum, Stijl, Bauen Whonen. También en España, con sus cabezas colegiales independientes desde Arquitectura activa desde 1918, y renacida un tiempo como Revista nacional de Arquitectura, a los Cuadernos de arquitectura visibles en Barcelona desde 1944. O revistas rompedoras, como Nueva Forma aparecida en 1966 de la mano de Carriedo con el nombre invertido Forma Nueva. El inmueble, para pasar desde 1968 al mando de Juan Daniel Fullaondo; el caso de Arquitectura Bis, de 1974, y el de 1975 con 2C Construcción de la ciudad con Salvador Tarragó al frente. Hasta los casos últimos de El croquis de 1982, o los proyectos de Fernández Galiano en A&V, de 1985, y Arquitectura Viva de 1983. Continuar leyendo