De los poblados creados por el Instituto Nacional de Colonización en la provincia de Toledo, tres se proyectaron como viviendas diseminadas: la ampliación de Calera y Chozas y las fincas de Corralejo y Canturias, estos dos últimos autoría del arquitecto César Casado de Pablos.
Había que dotar a los agricultores que trabajaban las tierras transformadas en regadíos de una residencia, y una de las fórmulas de colonización fueron las viviendas diseminadas, que se construían en el terreno que le correspondía al colono.
Este modelo ofrecía en principio un mayor rendimiento de los lotes, al ahorrarse desplazamientos del agricultor hasta el terreno, pero suponía el aislamiento de los mismos impidiéndoles socializar y crear comunidad, a la vez que incrementaba el coste de la construcción de las viviendas y los servicios dotacionales.
El debate dentro del Instituto sobre las formas de asentamiento (viviendas aisladas o agrupadas formando núcleos de población) duró años, pero en la mayoría de los casos el INC optó por la segunda opción. La solución “más humana” a criterio de muchos técnicos y arquitectos del INC.
Las viviendas de Corralejo se sitúan a ambos lados de la carretera comarcal TO-1261, que comunica la antigua N-V con el pueblo de Cazalegas, junto al cauce del rio Alberche. El INC transformó en regadío un total de 178 hectáreas de las 200 que tenía la finca.
Corralejo está a poco más de 2 kms. de donde debía construirse Torres de Salinas, primer proyecto de poblado de José Luis Fernández del Amo para el INC que no llegó a ejecutarse, pero que sirvió de germen para el proyecto de Vegaviana.
En el BOE de 20 de Marzo de 1961 se adjudicaban las obras para la “construcción de treinta y tres viviendas, capilla-escuela, vivienda de Maestro, cerramientos y urbanización en la finca Corralejo en Toledo”, por poco más de 11 millones de pesetas de presupuesto.
Paseando por Corralejo uno no tiene, por la dispersión de las viviendas, la impresión de encontrarse en un poblado de colonización. La carretera que cruza la finca de este a oeste es la única vía asfaltada, por lo que el acceso a muchas de las viviendas tiene que hacerse por caminos de tierra.
El estado de las construcciones es variable: las hay bien acondicionadas, observándose algunas en peor estado y con aspecto de ser residencia de fin de semana.
A pesar de ser viviendas aisladas, la situación geográfica de Corralejo y su buena comunicación por carretera, hace que no presente el aspecto abandonado que tienen algunos pueblos de colonización.
José Manuel Juan Soto
Las fotografías son del propio autor. Ver más fotografías en este enlace.
Los planos y el mapa utilizados son de los fondos del Ministerio de Agricultura y pertenecen a la publicación “El aguda educada” de Eduardo Delgado Orusco.