El ruiseñor del 3ºB
Estos días, casi todo el mundo ha descubierto que tiene un músico en el vecindario.
Bueno, en la mayoría de los casos, más que músicos son intérpretes o como mucho aficionados a un determinado instrumento.
Algunos lo sabéis, el mío es el triángulo; pero no me atrevo a salir al balcón con él, y os voy a explicar por qué.
Mi amigo “El Peli”, gran voz y bandurrielista donde los haya, derrochó su enorme generosidad musical al principio del encierro, ofreciendo un recital en su patio.
Balcón “de par en par”, asiento sin brazos junto a la barandilla de hierro forjado, atril, partituras y muchos deseos de agradar.
Hace un poco de “rasca”, pero la ocasión lo merece.
Poco a poco, la comunidad vecinal (o sea sus vecinos) van abriendo también sus ventanas para escuchar los trinos del ruiseñor del 3º B.
Arranca con una declaración de intenciones:“La Vida es Bella”. Luego, “Toy Contento”; y entre aplauso y aplauso se lanza al deleite de los más pequeños del barrio cantando “Hay un amigo en mi”.
Empiezan los escalofríos y él piensa que es la emoción del momento. Cada vez hay más ventanas abiertas. No necesita presentación:
A la voz, el Peli. A la bandurria, el Peli. Al fresco…. El Peli.
La “rasca” pudo con él. Recupérate amigo; tus vecinos te echan de menos.
Objetivo del día: Si salgo al balcón, abrigarme.
Y mañana será otro día.
Quique J. Silva
Yo, que no tengo gran voz, ni soy gran instrumentista, también intento animar a los sufridos vecinos, eso si, con una buena rebequita!!