Los intentos de posicionamiento a través de diversas convocatorias- ciudad cultural europea, capital gastronómica- fracasan repetidamente a la vez que la demografía- una pérdida media de 400 habitantes anuales en los últimos 5 periodos- y la economía- un Ayuntamiento con una deuda desorbitada y un tejido económico débil- arrojan pesimismo sobre una sociedad en ocasiones preocupada y en otras tantas fastidiosamente acostumbrada. La identidad de la ciudad, en complicada competencia con destinos turísticos como Segovia, Toledo o Alcalá de Henares se desdibuja mientras su Casco Histórico languidece perdiendo a la mitad de sus habitantes en tan solo dos décadas.
Con este horizonte, la Administración Regional se puso en contacto con la sede local del Colegio de Arquitectos, seleccionando un equipo llamado a poner solución- como ya hizo la Región en otras ciudades- al problema de accesibilidad al Casco Histórico. Y ese equipo decide denominarse Cuenca[in] accesible por Naturaleza. La ocurrente denominación encuentra su porqué en dos cuestiones: el cómo la ubicación natural de la ciudad la constituyó baluarte inconquistable siglos atrás y, principalmente, apuntando a la eliminación de los corchetes como solución al problema. Solución, apuntan, que pasará por la necesaria acción humana. “Por la mejor de ellas”, recalcan.
Es quizá el momento de apuntarse un proyecto de factura pública, pero Carmen Mota, Fernando Olmedilla y Ana Martínez deciden dar un paso atrás, y la Administración escucha. Desde el conocimiento de lo local que otorga trabajar en la ciudad en la que naciste saben que supondría un nuevo fracaso. El decimocuarto, concretamente: desde el año 1940 la ciudad lleva abordando funiculares, teleféricos, escaleras y ascensores. Sin ejecutar nada definitivo. En un peculiar escenario los políticos se afean haber promovido ocurrencias tales como un ascensor en el Puente de San Pablo, desconociendo que lo que hace un par de años defendió el psoe regional lo aportó un concejal popular mucho antes. Tampoco faltan las referencias a Icomos como si del hombre del saco se tratase, olvidando que la primordial exigencia de la entidad es mantener el Barrio histórico vivo. La posibilidad de acabar siendo un Parque Arqueológico más que un recinto con vecinos ni siquiera existe: las elevadas tasas de despoblación conllevan un peligro de ruina por encima de cualquier subvención pública de rehabilitación de vivienda.Cuenca[in]accesible busca en la ocasión mucho más que la oportunidad de resolver una diferencia de cota. Abogan por hacer de su identidad histórica y su riqueza patrimonial el motor del cambio. Y acaban planteando a nivel propuesta- defienden desde el inicio que el proyecto de ejecución debe derivar de un deseable concurso- algo más que un remonte. A lo largo de la muralla, que el estudio estudia y desgrana, se abren las nuevas puertas del siglo XXI en los enclaves en los cuales las condiciones demográficas aún les dan viabilidad y las topográficas favorecen mejorar el acceso a un mayor número de calles. Nuevas puertas a través de cuatro nuevos ascensores, cada uno de ellos con una identidad singular, en función del marco en el que se ubican. Cuatro operaciones que conforman un todo pensado en el medio plazo y la ejecución por fases y unidos por dos hilos conductores: el primero, la muralla, en la actualidad frecuentemente oculta o ruinosa y cuya recuperación y puesta en valor incorporan. El segundo, el margen fluvial de la Hoz del Huécar, en la actualidad una zona verde en estado de semi abandono bajo las emblemáticas Casas Colgadas y que pretenden convertir en un espacio natural protagonista.
El éxito de la propuesta parece residir en la adecuación de la elección de los cuatro puntos elegidos, no en vano ya aparecen como tales en el planeamiento vigente tres de ellos, y el carácter global- muralla, parque, accesibilidad- de la actuación. Sin embargo no es sólo así. Han conseguido sumar el apoyo general de las entidades, el voto a favor de los 25 concejales del pleno y un masivo interés en las redes.
El equipo ha parecido entender que, sin una estrategia social, nada llegaría mucho más lejos que el resto de las experiencias previas. E invierten en la misma tantas horas como en los planos. Hace once meses se inician con la exposición más visitada del museo que pusieron a su disposición. El material, sin embargo, era muy sencillo. Pero esclarecedor: propuestas nacionales e internacionales destinadas a desmontar la falacia de la incompatibilidad entre patrimonio y contemporaneidad así como un recorrido por los trece proyectos no ejecutados, y recaban unas 200 propuestas de personas que se ofrecen a ello. Continúan el diagnóstico a la par que se lo explican a entidades, asociaciones y particulares. Datos sencillos, visibles, a veces incluso obvios, que exponen machaconamente. Se instalan testarudamente en el “convencer para vencer”. Y meses después han capitaneado con el apoyo del Consorcio y la Demarcación colegial un congreso en el que se exponen las propuestas junto a López Cotelo, Vázquez Consuegra o Battle i Roig, son portada en Plataforma Arquitectura y reciben 6.000 visitas a sus noticias en las redes. No hay grupo político ni entidad que no sepa del tema, con todos se han sentado y han intentado contagiar su entusiasmo. Han acercado a la pequeña ciudad a profesionales reconocidos y han abarrotado salas en cada convocatoria.
El pasado noviembre la Comisión Ejecutiva del Consorcio Ciudad de Cuenca acordó que la Junta de Comunidades encargase a Cuenca[in] unos estudios previos- geotécnicos, topográficos, arqueológicos, paisajísticos- para optar a la inminente convocatoria Regional de fondos europeos. Supondría que el dinero europeo otorgado por la Junta- en torno a los cinco millones de euros- constituirían el 80% de la operación y que el otro 20% deriva del presupuesto ordinario del Consorcio. Es inminente, pues el próximo 21 de diciembre se votará en dicha Comisión, si se solicita o no. El equipo se muestra optimista, pero cauteloso. Ante la situación actual del casco antiguo ésta es una oportunidad por la que están trabajando con el espíritu de los primeros que lo intentaron en 1940. Ahora mientras ultiman una felicitación navideña a la par que organizan un equipo de casi treinta profesionales de varias disciplinas para culminar el trabajo, defienden la necesidad de llevar a cabo esta iniciativa que ya quedó arrimada en 2002 por consenso total al aprobarse el Plan Especial del Casco Antiguo y sus Hoces.
El próximo día 21 es una encrucijada en la que de forma democrática los diferentes representantes de la ciudadanía quedarán retratados, hay que elegir, o continuar alimentando una estado de frustración, pesimismo y lucha partidaria absurda, o bien abrir las puertas del proyecto de la ciudad antigua del S.XXI, y poder decir de forma colectiva y optimista ¡Cuenca SÍ existe!
Lope González Palomeque
Mucha suerte para el día 21 y este reto alentador!! Enhorabuena a todo el equipo por el trabajo que hay detrás
Mi más sincera enhorabuena a todo el equipo por el trabajo realizado. Cuenca lo merece y además lo necesita, esperemos que pasado mañana sea ya una realidad.
Cuando hoy veo que mi pesimismo se vé confirmado por la anómala realidad de un pueblo que elige mayoritariamente a un huído de la justicia y a un preso por incumplir las leyes que él mismo votó, me siento confortado porque en mi Castilla, en la inexpugnable (si no es milagro mediante) Cuenca sea hoy mismo cuando se unan técnicos, políticos de toda ideología y el pueblo en su conjunto para afrontar la solución a los daños que las aquejan, a la ciudad y a sus gentes. Gracias, don Lope, por dárnoslo a conocer.
Ya quisiera yo esto para Toledo…