[…] espada tengo, lo demás Dios lo remedie […]
“El Casamiento Engañoso”. Cervantes
Existen pocos objetos tan evocadores como una espada.
Existen pocas ciudades tan evocadoras como Toledo.
Desde esta perspectiva, no es de extrañar que en la ciudad del Tajo los aficionados a muros viejos y filos resplandecientes temblemos emocionados con la explosión sugestiva asociada a la combinación semántica entre ambas palabras (“espada” y “Toledo”) comprendiendo que el mundo de la espada en nuestra ciudad haya alcanzado tan altos niveles de prestigio histórico y reconocimiento mundial. Continuar leyendo