San Juan de la Penitencia: reseña histórica (y III).
La tipología conventual.
Tres son los accesos o puertas que normalmente tiene la tipología conventual: la primera de ellas, y siempre que la iglesia está en fachada, será la “puerta del templo” que dará acceso a los fieles. La segunda, será llamada puerta del “compás”, servirá para dar acceso a los espacios de relación y comunicación con el mundo exterior, espacios cuyas relaciones tendrán un carácter más complejo ya que se mezcla la clausura y el exterior necesario para la supervivencia del convento. Y la tercera, y última puerta es la llamada de “obras”, por otro lado inexistente en este convento; aunque en la fotografía de J. Laurent del año 1872 se atisba un zona en sombra en las tapias de los corrales inferiores, que bien podía dar lugar a la correspondencia con esta puerta denominada de “obras”.
De la portada de la iglesia nos vale la descripción que de ella realiza Sixto Ramón Parro:
“… su portada es puramente gótica, bastante sencilla, pero elegante, con su arco ojivo exornado de un follage tallado en piedra, y coronado por un escudo de armas del fundador, por encima del cuál en una pequeña hornacina se contempla una estátua muy linda de San Juan Bautista…” (12).
Y la descripción más reciente que realiza Mª Ángeles Franco Mata en el capítulo dedicado al gótico del libro “Arquitecturas de Toledo”:
“… ha desaparecido la estatua de San Juan Bautista, patrón de la Orden – queda un miserable resto pétreo-, y la hornacina, de concha venera renacentista, está protegida por un tejaroz… desaparecidos los sillares inferiores… La estructura de la puerta es arco escarzano con remate conopial que cobija el escudo de Cisneros…” (13).
Pero resulta para el presente trabajo de mayor interés el estudio del “tipo” en la puerta de uso general del convento, del “compás”, y su secuencia espacial de acceso, de relaciones espaciales más complejas ya que se mezcla los usos propios de la clausura con los del mundo exterior.
De la portada actualmente desaparecida, según Franco Mata, aportamos la descripción que de ella se hace en su publicación y que le atribuye a Amador de los Ríos:
“… y adelantando por el lado izquierdo, al revolver sobre el pretil de la accidentada calle del Alcahoz, preséntase, de bien pobre apariencia, la puerta del convento, en cuya hornacina se muestra la imagen de la Virgen acompañada de vistosos azulejos de estrella, el escudo en madera del cardenal Cisneros, presentado por dos ángeles en relieve, y sobre él, a modo de corona, saliente guardapolvo, soportado por sencillos canes…”
La secuencia espacial de acceso se resuelve con tres espacios alineados en continuidad: zaguán, patio y pasillo de distribución.
El zaguán de planta cuadrangular sirve como espacio de recepción y diferenciador de uso; por la derecha la portería como elemento de control de acceso; a la izquierda los suministros y abastecimientos de provisión de víveres, provisoría del convento, despensas, cocina que se situaría bajo la antecocina, carbonera, caballerizas que quedarían bajo el refectorio siendo éste el segundo espacio que perviven en la actualidad e igualmente afectado por humedades; y al frente el acceso al patio “reglar”.
Del zaguán, por su izquierda, a través de un espacio cubierto (al que se denomina habitación llamada de “los carneros”) se accede al corral superior, que se utilizará como espacio de abastecimiento y suministros. Y de aquí, por su derecha dará acceso a las cocinas y sus dependencias vinculadas, a las carboneras y caballerizas. Por el frente se encuentra con un volumen que hace de cierre e impedirá el paso más allá, se inicia la clausura; este volumen contiene palomares y habitación para “trastos viejos”, las puertas de entrada y salida de este habitáculo no están enfrentadas con clara intención de ocultar las vistas más allá del corral superior. Podría hacer la función de puerta de “obras”.
Desde el patio, que se suele denominar del “compás” se accede por la derecha a la vivienda de portería (situada en la planta superior). Por la izquierda a la sala “reglar”que marcará el dentro-fuera del convento. Y de frente a un largo pasillo de distribución.
En la sala “reglar” se encuentra la puerta del mismo nombre que da acceso a la clausura, es de destacar la secuencia de acceso en doble codo que se produce.
Desde aquí se dá paso a un segundo patio, de clausura propiamente dicho, a la derecha dos espacios de comunicación con el mundo exterior: el locutorio, que se divide a su vez en dos salas separadas por una reja ya que la comunicaión será verbal y física; y el torno, en el que la comunicación se realiza tan sólo de manera verbal.
A la izquierda quedan las escaleras que comunican con las cocinas que se sitúan en el nivel inferior y la antecocina, previa al refectorio.
De frente, tan sólo existirá la comunicación a través del espacio estrecho y angosto que ya habíamos visto con el claustro, como si de una pequeña y tortuosa callejuela se tratara.
Atravesando el largo pasillo de distribución, que viene desde el patio del “compás”, por la izquierda se accede al torno en primera instancia y en segunda a la parte del locutorio que ocupan los visitantes del exterior. Al fondo se encuentra el acceso a la vivienda del capellán.
Ésta al igual que la de la portería funcionará como vivienda de uso privado e independiente, pero ambas vinculadas al convento, siendo la propiedad de la congregación.
La vivienda del capellán se organiza mediante un patio. En planta baja a derecha unas alcobas, que bien pudieran ser la vivienda del sacristán, y las escaleras de acceso a la residencia del capellán, al igual que en portería está situada en planta primera. Y en planta baja también mediante una escalinata se accede a la iglesia y de ésta a la sacristía, que tendrá su propia volumetría, volumen claramente apreciable en la fotografía de Laurent.
Por último llamar la atención sobre un espacio que se encuentra bajo el nivel de la calle de San Juan de la Penitencia. Espacio de traza triangular y abovedado situado en el cabecero de la iglesia. Tercer espacio conservado del antiguo convento.
Este espacio terminaría de reflejar la traza urbana existente en la manzana antes del establecimiento de la orden en el solar, que recordamos se produjo en la segunda década del siglo XVI.
En resumen, el convento de San Juan de la Penitencia responde al “tipo” convirtiéndolo en una pequeña ciudad dentro de la ciudad, en los que las comunicaciones se realizan por espacios estrechos, angostos y tortuosos:
Un núcleo central compuesto por zona de uso público: plaza, iglesia, capilla mayor y sacristía vinculada a las dependencias del capellán.
Zona de relación de clausura: claustro, sala capitular, refectorio y sala de profundis.
Zona de descanso y recogimiento diferenciada según los usos: clausura, educandos y viviendas de uso privado para capellán y portería ocupando lugares extremos en el solar para no provocar interferencias y envolviendo los espacios de relación.
Distintas zonas de entretenimiento y esparcimiento situadas en los bordes de la parcela que son amplias, iluminadas y ventiladas que provocan que el convento sea un elemento cerrado e inaccesible.
Y por último, un conjunto de espacios aparentemente desordenados pero jerarquizados que componen la zona de servicios, de acceso y de relación con el mundo exterior.
La comunidad de religiosas es expulsada y el edificio incendiado el 24 de julio de 1936. La sustitución realizada a finales de los años setenta principio de los ochenta se realiza con planteamientos basados en “otra forma de hacer las cosas”. Algo debe cambiar, o no?.
Joaquín López López, arquitecto.
Convento de San Juan de la Penitencia (I); Convento de San Juan de la Penitencia (II)
PLANO BASE DE TRABAJO nº3:
PLANO BASE DE TRABAJO nº4:
PLANO BASE DE TRABAJO nº5:
- 12.- Parro, Sixto Ramón. “Toledo en la mano”. Imprenta Severiano López Fando, 1857, pág. 156.
- 13.- Autores varios. Franco Mata, Mª ángeles. “Arquitecturas de Toledo”. Publicaciones JCCM, 1991, pág. 555-556.