
LA INTEGRACIÓN DE LAS ARTES Y EL ARTE RELIGIOSO
Justamente esos años cincuenta, son los mismos años en que el debate nacional sobre la nueva sacralidad o la nueva espacialidad religiosa se impregna de tales categorías transversales emuladoras de la experiencia francesa. Aunque la historiografía señale más bien, el extendido debate de la Abstracción dentro de las coordenadas del Arte Sacro, como realizara Gabriel Ureña, al denominar uno de sus epígrafes como ‘La polémica integración Arte Sacro/Arte Abstracto’[1]; no se pueden ignorar otras razones, como las señaladas por el padre Aguilar: “Lo importante es considerar que artistas de primera categoría vuelvan a acometer el tema religioso; que además, trabajan, generalmente en equipo, con los buenos frutos de una visión compartida y estudiada bajo la inspiración de un ambiente litúrgico de plena renovación, y casi siempre con un amplio asesoramiento religioso en el diálogo fecundo del artista y del sacerdote. Esto ha hecho que en España no haya habido que lamentar desviaciones ni abusos”[2]. Desviaciones y abusos que se desprenderían de la publicación en el número 203 de la revista Arquitectura, de diciembre de 1958, de la Encíclica Mediator Dei de Pío XII. Que entre otras cuestiones planteaba una consideración sobre los nuevos lenguajes expresivos. “No se deben despreciar y repudiar genéricamente y como criterio fijo las formas e imágenes recientes más adaptadas a los nuevos materiales con los que hoy se confeccionan aquellas, pero evitando en un prudente equilibrio el excesivo realismo por una parte y el exagerado simbolismo por otra….es necesario dar libre campo también al arte moderno siempre que sirva con la debida reverencia y el honor debido a los sagrados sacrificios y a los ritos sagrados”[3]. Pero ese Papa era el mismo Papa que zanjó, años más tarde, el debate de los murales y grupo escultórico del Santuario de Aránzazu con su prohibición. También y en la misma senda, pueden citarse otros trabajos coetáneos[4] que muestran la preocupación por ese territorio referido, pero también por su estricto control pastoral. Por lo que cabe interrogarse por la coherencia de tales posiciones de apertura plástica en la jerarquía católica.
C. Muñoz de pablos. Capilla de San José
C. Muñoz de pablos. Capilla de San José
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