Leer el pensamiento
¿Quién no se ha sentido inútil, desubicado o sencillamente acomplejado, cuando ha mantenido con su pareja este diálogo propio del Club de la Comedia?
- Tráeme eso que está ahí.
- ¿El qué?
- Pues eso –y señala hacia la mesa llena de tijeras, papeles, teléfono, mando a distancia y bolsa de la manicura-. El interlocutor tiene que adivinar de qué se trata; como si leer el pensamiento estuviera al alcance de cualquiera.