Remontes y aparcamientos [Jesús Fuentes Lázaro]

REMONTES_ST. Fotografía de Javier Longobardo
REMONTES_ST. Fotografía de Javier Longobardo

Desde que se recuperó la democracia, con la Constitución de 1978, se vio la necesidad de erradicar del Centro Histórico de Toledo los automóviles. No podía entenderse la ciudad medieval, renacentista y levítica con las calles y las plazas convertidas en aparcamientos. El misterio de las leyendas de Bécquer se deshilachaba entre el olor a gasolina y frenos recalentados. Una procesión con penitentes y arrepentidos perdía todo recogimiento interior entre automóviles ocupando cualquier espacio libre. Resultaba imposible imaginar una ciudad a oscuras en la que se libraran combates a espada o apuñalamientos vengativos entre coches y motos. Imposible intuir en una calles tan ocupadas los desplazamientos temibles de los familiares de la Inquisición a cualquier domicilio para descubrir conversos, judaizantes, herejes o sospechosos de cualquier cosa. Continuar leyendo

¿Qué fue de Alberto Sánchez? [Jesús Fuentes Lázaro]

Alberto Sánchez, autorretrato, 1950-1952. Colección privada.

Alberto Sánchez surge y se hunde, resurge y se vuelve a hundir, desaparece y se olvida hasta que alguien lo convoca nuevamente al exterior. En esos casos, se “corporeiza” por un tiempo breve y retorna pronto a su condición de espectro del pasado.  Al olvido. Continuar leyendo

¿Puede Toledo comprarse un anfiteatro romano? [Jesús Fuentes Lázaro]

Bóvedas del anfiteatro encontradas en el solar de Covachuelas.

Aparecieron los restos de un anfiteatro romano donde sabíamos que debían aparecer. No era un secreto para nadie que estaba en esa zona. Unos ciudadanos corrientes iban a levantar su casa nueva y, preparándose para echar los cimientos, apareció lo que en otras ocasiones se ha camuflado o se ha destruido. Desde siempre el patrimonio cultural para unos ha sido un estorbo y para otros, los menos, un bien a proteger. Destruir es menos costoso que construir. “No son excepcionales – se escribe en el libro “La destrucción del patrimonio artístico español, de José Miguel Merino de Cáceres y María José Martínez Ruiz – los casos en que se atenta directamente contra nuestros monumentos y los conjuntos urbanos, mutilándolos o desvirtuándolos, bien a ellos mismos, bien a su entorno, en aras de una subjetiva modernidad o de una renovación urbana mal entendida y falazmente justificada; y ello no en pocos casos por responsables públicos que se vanaglorian de progresistas y se dicen respaldados por el apoyo popular, pero que, ayunos de cultura y buen gusto, la soberbia les impide dejarse aconsejar por los expertos”. Continuar leyendo

Del monumento al memorial [Diego Peris Sánchez]

Detalle del Arco Aragonés en el Castel Nuovo, Nápoles.

La actividad constructiva del hombre ha tenido siempre una importante relación con la memoria, por la voluntad de que sea recordada como autor de obras singulares y, en otras ocasiones, con la intención de que aquello que se construye sea el recuerdo de una actividad notable de la comunidad. Hechos especiales, acontecimientos notables, episodios de relevancia de la historia común quieren recordarse con la presencia de arquitecturas que los perpetúen de alguna manera. Continuar leyendo

El anfiteatro de Toledo ¿ruina o arquitectura? [José Ramón de la Cal]

La ruina: la pérdida de la fortuna, la decadencia moral, el deterioro físico, la destrucción de lo construido, siempre es una fatalidad. Al contrario, el monumento significa la fortuna y la belleza de las obras humanas. La ruina es construcción muerta, el monumento es arquitectura viva. También la ruina inútil puede transmitir belleza con su gran poder evocador gracias a la resiliencia humana y su voluntad reparadora y constructora, capaz de reconstruir una y otra vez lo erosionado por el tiempo, aunque solo sea una reparación imaginada. Continuar leyendo

Toletum Fragmentada [José Mª Martínez Arias]

G.B. Piranesi. Planta de Roma y fragmentos de la forma urbis, grabado de la serie Las antigüedades de Roma, de 1756. Los fragmentos de Roma parecen estar a la espera de ser recompuestos.

A modo de introducción y como anécdota personal, he tenido las primeras noticias del descubrimiento de las bóvedas del anfiteatro de Toletum en la capital del Imperio, nada menos que en Roma, y paseando por el Foro, ha sido inevitable lanzar paralelismos en cómo el tiempo presente define ambos territorios en lo que a su pasado romano se refiere. Ambas ciudades Patrimonio de la Humanidad y tan ricas en herencias diversas, pero con un importante escalón temporal en lo que concierne a la consolidación de su esplendoroso pasado. Continuar leyendo

Un pacto de años para el Patrimonio Histórico [Jesús Fuentes Lázaro]

Anfiteatro romano* de Saintes, Charente-Maritime.

Tenía que suceder. Aún no hemos resuelto el yacimiento de Vega Baja, cuando nos aparecen restos del anfiteatro romano que durante años hemos ignorado. Por supuesto que sabíamos que estaba ahí, justo donde han surgido los restos, pero, puafff, menudo lio. Es lo que tienen ciudades como Roma o Toledo, solo que con alguna diferencia. En Roma, en Florencia o en Nápoles aparecen restos y nadie, que sepamos, se le ocurre taparlos con hormigón. Es más en Roma, al Coliseo le van a poner suelo en el año 2023. Y aquí, ¿qué hacemos? ¿Cómo conjugamos patrimonio histórico con el tiempo presente o con viviendas de ciudadanos? ¿Decidimos seguir ignorando que existen un Anfiteatro romano, un Circo o restos visigodos en una zona de la ciudad? Continuar leyendo

Quinientos años después: Recuerdo de los comuneros [Jesús Fuentes Lázaro]

@Jesús Gómez-Escalonilla

Primavera de 15021. 24 de abril. Comenzaba un día húmedo y oscuro por las lluvias torrenciales del día anterior. Al amanecer, sacaron a los Capitanes de los comuneros sobre mulas tapadas de negro para llevarlos a la ejecución. El pregonero anunciaba “Esta es la justicia que manda hacer su Majestad y su Condestable, y los gobernadores en su nombre a estos caballeros: mándalos degollar por traidores y alborotadores de pueblos y usurpadores de la Corona real…” Continuar leyendo

Alfonso X El Sabio: Un centenario, un modelo de ciudad y un proyecto para Toledo [Antonio Illán Illán, Óscar González Palencia]

@Antonia Mota

Alfonso X: la historia

Toledo. El 23 de noviembre de 1221, en un palacio cercano a la plaza de Zocodover nace Alfonso, hijo del rey Fernando III y de Beatriz de Suabia. Creció en tierras de Burgos. Alcanzó fama de buen guerrero ayudando a su padre en la conquista de Andalucía y él mismo llevó a término la de Murcia. Llegó al trono en 1252 y su reinado fue muy agitado en lo político y esplendoroso en lo cultural. Para indicar la gran tolerancia que en sus reinos había, Alfonso gustaba de titularse «rey de las tres religiones»: la cristiana, la mahometana y la hebrea. Su mayor gloria es de orden cultural y por la labor tan ingente que llevó a cabo mereció el sobrenombre de «el Sabio». En torno al monarca se congregan juglares y trovadores, jurisconsultos, historiadores y hombres de ciencia. Ya desde antes de ser rey se rodeó de eruditos cristianos, musulmanes y hebreos, a quienes confió la traducción de libros árabes y la composición de obra nuevas, continuando así la misión llevada a cabo por los traductores de Toledo desde el siglo XII, pero aportando la gran novedad de que la mayor parte de las traducciones se hicieron en castellano y no en latín. Alfonso trazaba el plan de las obras, señalaba las fuentes en donde habían de inspirarse y corregía el lenguaje para que se atuviera al «castellano auténtico». Así nacieron Las Siete Partidas, el Fuero Real, la Primera Crónica General, la Grande e general estoria, Libros del saber de Astronomía (en el que figuran las Tablas alfonsíes, fruto, en parte, de las observaciones efectuadas en el observatorio por él fundado en el toledano castillo de San Servando), Lapidario, Libro de la Ochava Esphera, Libro de las Cruces, el Setenario, Libros de los juegos de ajedrez, dados y tablas, Libro de ajedrez, etc. Compuso en gallego las Cantigas de Santa María y algunas poesías profanas. Entre las traducciones merecen especial mención la castellana de Calila e Dimna y la francesa de la Escala de Mahoma; también se tradujeron la Biblia, el Corán, el Talmud y la Cábala. Continuar leyendo

El paisaje y sus leyes [Diego Peris Sánchez]

Estrecho de las Hoces. Arroba de los Montes.

Durante mucho tiempo, el término paisaje ha tenido un significado meramente escenográfico, con referencia a sus valores estéticos. Un paisaje era una evocación pictórica que parecía pedir un marco, detrás de un paisaje había un cuadro o una postal.  Paisaje se utiliza en el sentido latino de locus amœnus, más que en el de prospectus. El paisaje en su visión pictórica ha estado vinculado a lo natural. En el paisaje, el pintor nos transmite su concepto de la naturaleza: la niega o afirma, la capta con fidelidad o la interpreta según su estado de ánimo. Y es también campo de experimentación pictórica en su afirmación como género autónomo. Continuar leyendo

El juego infinito. El segundo bloque de la Avenida de la Reconquista (y 3) [Luis Antolín Jimeno]

Recreación de memoria del “ahí atrás”. Actualmente calles Talavera y Diputación. @Luis Antolín

El espacio de juego debía ser un derecho fundamental del ser humano. Cuando la especulación, la ignorancia de los políticos, si no la corrupción, hurtan a los ciudadanos los lugares en los que otrora podían jugar, les arrebatan un trozo de su humanidad, una parte del ser libre, razonable y crítico que te permite resolver los problemas de convivencia, hablando y llegando a acuerdos. En el entorno del segundo bloque de la Avenida de la Reconquista, con sus patios y descampados, jugar no era solo un pasatiempo, era un arcano, un conocimiento oculto, solo inteligible para quienes juegan sin querer sacar beneficio de ello. Continuar leyendo

El juego infinito. El segundo bloque de la Avenida de la Reconquista (2) [Luis Antolín Jimeno]

Al juego le pedimos un momento diferente, una arcadia con reglas pactadas entre los jugadores. Si se les deja libres y se les da espacio, los niños lo hacen sin tener que pensarlo. Para los mayores, el juego es un momento para olvidar las exigencias de ser responsable, coherente, sabio, eficaz o de ser como se debe ser. Quien aprende a jugar de niño puede vivir más comprometido con el ocio que con el negocio. Ese es el regalo que nos hicieron los patios de los bloques de la Avenida de la Reconquista, con los que tengo una deuda de gratitud que quiero saldar, ahora que me cuesta correr, contándolo y jugando con las palabras. Continuar leyendo