Diario alegre de un encierro triste. Día 41 [Quique J. Silva]

@Antonio Esteban Hernando / D41 del Diario alegre de un encierro triste. A la calle.

(a la calle)La hora 1/1/1 

Tenemos a “los niños de la guerra”, aquellos que crecieron entre bombardeos aéreos, escombros y barcos a Rusia. Luego vinieron los niños del Régimen: la OJE, Maristas, Carmelitas “tra, ca, tra” y el Sagrado Corazón de Jesús “en vos confío”.

De aquellos polvos nacieron unos lodos ilusionados en el “estado del bienestar”. Fuimos capaces de convertir a toda una generación en los mejor formados y peor pagados de la historia patria.

Y cuando ya pensábamos que lo habíamos visto todo, aparece la generación “spiderman” o “spiderwoman”.

Hoy, los niños (genérico sin condición de sexo) han logrado el “Segundo Grado” y pueden salir a la calle después de una reclusión en jaulas de oro, plata o bronce, digna de los grandes capos de la Mafia.

Se suben por las paredes del salón, la cocina, el dormitorio; vuelta al salón, el pasillo, la despensa (cuando existe). No hay paramento vertical que se les resista.

La mayoría no comprende qué está pasando. (Los adultos tampoco)

De pronto, sin ni siquiera estar malos, dejan de ir al cole y les permiten hacer las tareas al son del aspirador y la lavadora.

No hace falta llorar para tener la tele encendida “a demanda” (como mamar) con las mejores series y películas de dibujos animados, completamente gratis.

La madre ofrece su tablet y el padre deja su móvil, sin clave de acceso, al alcance de la niña.

@Jesús Gómez-Escalonilla Sánchez-Infante. Diario alegre de un encierro triste. Día 41 Hora 1/1/1

Algo está cambiando radicalmente. Esta generación quedará marcada por un “encierro involuntario” que les daba acceso a todos los caprichos digitales. Sorprendidos de ver a sus padres decirse algo más que “hola” y “adiós”.

Mientras, ellos, los pequeños, se suben por las paredes; gatean por las estanterías y se mecen en la lámpara, temiendo que su padre vuelva a esconder el móvil, su madre bloquee la tablet y la tele vuelva a ser de pago.

Tras una larguísima reclusión mayor, esperan con impaciencia que llegue el momento del paseo La hora 1/1/1“. Hoy, Carmen y Alejandro son de los primeros en colocarse en los tacos de salida, ajustando sus zapatillas para hacer los 1.000 metros en 60 minutos; una buena marca para los tiempos que corren.

Aún no lo saben, pero cuando se escriba la historia, esta será la “generación spiderman”, que consiguió salvarse gracias a su habilidad para subirse por las paredes.

Objetivo del día: Comprender que, de mayores, todos quieran trabajar en el Circo del Sol.

Y mañana será otro día.

Quique J. Silva

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