Sucedió en Toledo. 12 D16 Archivo VASIL
Plaza de Santo Domingo, miércoles Santo, once y media de la noche. Desde 1947, puntualmente, la imagen del Cristo Redentor sale de su templo en el Convento de Santo Domingo el Real. En 1972 los más jóvenes se encaraman a las columnas de granito (aun sin la verja de hierro) para poder contemplar la maniobra de los hermanos cofrades salvando las escalinatas que dan acceso a la plaza, siempre abarrotada de público que comparte su silencio con el redoble del tambor.
En el resto de los templos toledanos, también se repite la escena cada año. Es Semana Santa y parece que el tiempo se detiene. Hábitos, cruces e imágenes permanecen -muchos desde su fundación- y pasan los años, las décadas y en algunos casos los siglos, sin variación alguna. Solo el entorno deja constancia del transcurrir del tiempo.
El paso de Nuestra Señora de la Soledad por la calle Comercio nos deja esta imagen para el recuerdo. Un piquete de la Guardia Civil -de gala- escolta la imagen de la Virgen. A la izquierda el gran escaparate de dos pisos “Casa Nodal” (hoy springfield) y a la derecha letrero de Óptica y Relojería Hurtado (hoy Lotería de doña Lola), son la muestra de que los años han pasado.
Toledanos y visitantes ataviados con sus mejores galas “para ver la procesión”. Escaparates sin cierres metálicos. Solo el trono y el espíritu procesional permanecen. El entorno ha cambiado; casi siempre para bien. (Archivo VASIL: ver más entradas)
Quique J. Silva