Sucedió en Toledo. 35 D16 Archivo VASIL
Katanga. Primera parada.
Efectivamente, esta imagen no es de Katanga o Nairobi, ni de ninguna otra ciudad del llamado “tercer mundo”. Se trata de la primera marquesina instalada en Toledo, frente a la Residencia de la Seguridad Social en la avenida de Barber, bajo la cual se resguardaban los viajeros del recientemente implantado Servicio de Autobuses Urbanos; popularmente conocidos como “Katangas”.
Corría el mes de diciembre de 1968 y esta foto se publicaba con el siguiente “pie”: “Ya era hora de que se acordaran de los que tienen que aguardar la llegada del autobús a pie firme y aguantando chaparrones. Frente a la Residencia del Seguro de Enfermedad se ha instalado este porche, bajo el cual los viajeros podrán cobijarse los días de lluvia. Claro que algunos exigentes dirán que por qué no se le dota también de calefacción y se colocan unos banquitos.”
Además de la propia estructura básica compuesta por tubo de hierro y Uralita, resulta curioso como el redactor del pie de foto tilda de “exigencia” la posibilidad de instalar, además, unos “banquitos”. Sin lugar a dudas, el conformismo de una gran parte de la sociedad de la época se daba por satisfecho con la posibilidad de no mojarse: el resto ya era lujo y exigencias.
Afortunadamente, después de casi 50 años, ya nadie se acuerda de Katanga ni del tercermundismo imperante en los años sesenta.
¡Cuidado!, que no ha pasado tanto tiempo. 50 años no es nada; aunque ahora el término Katanga tenga el mismo poco uso que “cabalito” o “pachasco”.
Menos mal que a estas alturas, tener donde sentarse ya no es de “exigentes”.
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Quique J. Silva