Ciudad-instrumento y viviendas sociales. Toledo y Augsburgo. España y Alemania. Adecuar lo existente e incorporarse a lo existente. Agua y tierra. Oído y vista.
Dos proyectos, dos propuestas, dos ciudades, dos sentidos. Algo en común: unirse al mundo subterráneo existente, respetando el patrimonio del entorno.
1 La ciudad instrumento. [María Ayuso Fernández-Salinero]
El casco histórico de Toledo es objeto de una intención de reactivación, de recuperar la vitalidad que en otra época disfrutó. Para ello, se transforma en un instrumento musical; una caja de música cuyos engranajes serán los elementos más característicos de la ciudad a lo largo de la historia y que en las últimas décadas han ido desapareciendo, perdiéndose con ellos la historia y el carácter de la ciudad: los conventos.
El tempo de la partitura lo marca el agua, que actúa del mismo modo en que lo hacía en las antiguas clepsidras. Para ello, se reconstruye el Artificio de Juanelo, también perdido en los avatares del tiempo, para elevar el agua del Tajo hasta lo más alto de la ciudad, desde donde desciende de nuevo hasta el río aprovechando las vaguadas naturales del casco, a través de los espacios ocultos en el subsuelo: sus aljibes, pozos, cuevas y restos de civilizaciones que ocuparon la ciudad en otro tiempo.
Sólo cuando el agua pasa bajo los conventos situados junto a las vaguadas se produce la música; el agua cae, reverbera, inunda espacios. Y ocurre coincidiendo con los momentos de canto y rezo de las monjas; las horas canónicas, mezclándose ambas melodías en el interior de los conventos.
Se genera así un recorrido a través de la ciudad en busca de sonido: de convento en convento. Una relación entre interior y exterior, entre espacio de clausura y espacio público, que reactiva no sólo estos engranajes sino el conjunto del casco; la propia caja de música.
Al adentrarnos en cada convento, avanzamos a través de sus estancias y espacios, en los que agua y sonido actúan y se perciben de formas muy distintas, pero siendo siempre protagonistas.
2 Höhlenwohnung. [Cristina Rodríguez García]
Höhlenwohnung consiste en tallar el suelo, respetando la vida existente a su alrededor, adaptándose a ella, aprovechando lo que hay y potenciándolo.
Höhlenwohnung es transformar el espacio, dotarlo de vida, en la que la luz se recibe a través de una cirugía mínima y respetuosa con su entorno. Esa cirugía son los patios, epicentro de la vida generada en el subsuelo.
Höhlenwohnung pretende que la vida cobijada sea la misma que la de mirar a través de las ventanas de las viviendas existentes superiores en el barrio, pero sin necesidad de alterar el carácter patrimonial de dónde se sitúan.
Höhlenwohnung son dos mundos, dos familias: lo enterrado y lo superficial, lo público y lo privado.
Desde una visión bajo tierra, observamos su total integración en el conjunto del Fuggerei, pues la propuesta pasa a formar parte de la familia escondida del barrio, la formada por el búnker y las antiguas neveras de las viviendas, por lo que la propuesta no queda como un hecho aislado, oculto y olvidado, sino que se integra hasta en el último plano del barrio, siendo siempre respetuosa con su entorno y el valor que posee.