Don Marcelo, a Toledo por liberal (y II) [Quique J. Silva]

Sucedió en Toledo. 28 D17 Archivo VASIL


 El cardenal Tarancón saluda a don Marcelo en su llegada a Toledo.

Continuando con el relato que nos proporcionó la visita a don Santiago Calvo, para conocer el archivo de don Marcelo, existe otro episodio en la vida del cardenal que, “popularmente” está mal difundido o, al menos, distorsionado; sobre todo para los que no somos expertos, especialistas o eruditos en la historia reciente.

En la conferencia que don Santiago Calvo pronuncia con motivo de las Bodas de Oro y Plata sacerdotales del que fuera Cardenal Primado, deja claro y documentado el proceso que finalizó con don Vicente Enrique y Tarancón, en Madrid y don Marcelo González Martín, en Toledo.

Como ya hemos relatado anteriormente, el paso de don Marcelo por la sede de Barcelona fue muy difícil -por su condición de no catalán- y siempre bajo la expectativa de un nuevo destino donde un prelado castellano fuese mejor acogido. Estamos hablando de los últimos años de la dictadura franquista y cualquier gesto, gestión o intervención, era analizada concienzudamente por el poder establecido. Los acuerdos Iglesia-Estado se tensaban y destensaban como el arco de Guillermo Tell.

En su estancia barcelonesa don Marcelo es tachado de ser “demasiado blando con los catalanistas y con los enemigos del régimen” ; sin embargo, monseñor Tarancón, parece contar con el beneplácito gubernamental a través de sus buenas relaciones con doña Carmen Polo, esposa del dictador.

Con estos mimbres y la inminente vacante en la sede de Madrid, se plantea la estratégica distribución de los prelados en tres de las mas importantes sedes arzobispales del país: Madrid, Barcelona y Toledo.

Procesión del Corpus Christi presidida por el cardenal Marcelo González Martín

La historia “publicada” establece que monseñor Jubany (catalán) se haga cargo de la sede de Barcelona aceptando así las reivindicaciones de los católicos catalanistas. Monseñor González Martín sale así de Cataluña y ocupa la sede de Toledo que deja Monseñor Tarancón al trasladarse a Madrid.

Todos contentos y satisfechos hasta que en 1993 se hace publica una carta firmada por don Antonio Mesquida Obrador en la que trata de hacer justicia histórica corrigiendo las afirmaciones de don Santiago Martín en un artículo publicado en ABC. El texto, afirma que “el papa Pablo VI tuvo que convencer al cardenal Tarancón para que aceptase dejar Toledo y dejarle el puesto al que venía de Cataluña”.

Por sus relaciones personales con el Sr. Nuncio Luigi Dadaglio, don Antonio conocía de primera mano la “verdadera historia”, que difería sustancialmente de la que, hasta entonces, se había divulgado. Este testigo cuenta como, poco antes de su muerte, el cardenal Dadaglio le dice: “Ya no estoy en España, han cambiado mucho las cosas, y lo que te voy a decir, si quieres puedes decirlo cuando y donde quieras”.

“Yo propuse al Dr. Jubany para Barcelona y a don Marcelo para Madrid. El papa Pablo VI lo aprobó pero el gobierno de Franco se opuso a don Marcelo porque era demasiado “progre” y como el cardenal Tarancón se había hecho muy amigo de Doña Carmen Polo de Franco, en la época de Oviedo, don Marcelo fue a Toledo y el Cardenal Tarancon a Madrid”. Y añadió: “Ya ves que a veces la historia no se escribe bien”.

Interesante, o al menos curioso. La verdadera historia nada o poco tiene que ver con lo que nos han contado del razonamiento que finalmente situaba, en plena muerte de Franco y posterior transición política, a Tarancón en Madrid. 

Conocido el relato del señor Mesquida, si don Marcelo no hubiera sido tachado de “blando con los enemigos del régimen” o de “catalanista” por los españolistas de pro y los servicios de inteligencia, lo mas lógico hubiera sido que don Marcelo hubiera ocupado la silla arzobispal de Madrid.

El resultado final probablemente hubiera sido el mismo pero…. siempre merece la pena hacer honor a la verdad.

(Archivo VASIL: ver más entradas)

Quique J. Silva

 

 

 

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0 Comment

  • Jose Antonio Marín Jimenez-ridruejo

    Que Dios escribe derecho con renglones torcidos es más que un refrán, es un axioma. Que el cardenal Tarancón (“Tarancón al paredón” etc.) ocupase la sede de Madrid por mediación de Carmen Polo es la demostración palmaria de lo antedicho.
    España depara toda clase de sorpresas (y las que nos esperan…)

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