El Scalextric
Mi mujer se ha ido a trabajar y yo he vuelto al altillo del garaje y he abierto otra caja. Muy grande.
¡Sorpresa! Allí estaba el Scalextric. Sí, como la mayoría de mi generación, en los primeros reyes de casado Sus Majestades de Oriente me trajeron un Scalextric. Ese objeto preciado que siempre quise tener de niño y al que no me pude resistir de adulto.
Aunque os lo estéis imaginando, no, no me puse a montarlo. Prefiero dejarlo para más adelante.
Cuando pase todo esto, no esperaré a que me traigan a mis nietos como un paquete de Amazon. Iré a por ellos y durante un fin de semana completo montaremos el Scalextric y jugaremos todos juntos.
Mientras tanto, aprovecharé el tiempo para poner a punto el “mini amarillo”, el “Formula-1 rojo” y la maravilla de la automoción “El Chaparral”.
Objetivo del día: No olvidar aquella frase (no sé de quién) que decía: “Nunca te olvides del niño que llevas dentro”.
Y mañana será otro día.
Quique J. Silva
Deberias montarlo para que cuando vayas a por tus nietos te pillen entrenado. Si necesitas ayuda dale al triangulo un poco mas fuerte para que yo te oiga.
Un abrazo