Sucedió en Toledo. 20 D20 Archivo VASIL
En 1974 la influencia francesa en las peluquerías de señoras ya va dejando su huella, conviviendo con los más tradicionales cortes, cardados y envolturas propios de las capitales de provincias españolas. La llegada de nuevos productos permiten a los profesionales una mayor sofisticación en el tratamiento del cabello, fundamentalmente femenino.
Un salón de actos se convierte en el escenario ideal para mostrar las últimas tendencias de firmas punteras a nivel internacional. Los peluqueros locales, instruidos por los maestros de la profesión, tienen la oportunidad de demostrar públicamente sus habilidades utilizando los nuevos productos que ofrecen las marcas.
Es una jornada entre la demostración, la exhibición y el reto de “lucirse” para los compañeros y el resto de asistentes al evento.
En los años setenta la peluquería toledana se debatía entre “los modos tradicionales” de la mayoría de las peluquerías de “señoras”, regentadas por “señoras” y el estilismo de una firma como Félix que marcó en la ciudad una tendencia estética en las formas y modos de peinar a las toledanas.
Desde un pequeño local en la plaza de la Magdalena, Félix no solo marcó tendencia sino que abrió el camino para sus hijos y nietos que, aun hoy, continúan en tan digna profesión con el mismo nombre.
Quique J. Silva