Al leer el título de este artículo aquí, en Hombre de Palo, donde tanto se habla de arquitectura, me figuro que todo el mundo pensará en construcciones tales como la Gran Muralla China, sin duda una de las mayores estructuras construidas en la Tierra, pero lo que yo pretendo es que nos situemos por unos momentos, no en la Tierra, sino en el Cosmos para dar unos breves e inevitablemente incompletos apuntes sobre otras estructuras, también llamadas murallas, pero que se ubican no en nuestro planeta sino en el mismísimo Universo y no están construidas con piedra sino con galaxias. Quiero hablar de murallas cósmicas y de la arquitectura del Universo.
Sabemos (aunque este conocimiento no tiene todavía cien años) que el universo está poblado de galaxias, que como nuestra Vía Láctea contienen miles de millones de estrellas, muchas con formas espectaculares y que hemos visto muchas veces en libros, documentales, u otros medios de comunicación. Quizá menos gente sabe que las galaxias suelen presentarse en grupos o cúmulos de varias de ellas unidas por la gravedad. Nuestro Grupo Local consta de más de 40 galaxias donde la Vía Láctea y la de Andrómeda son las más grandes y las demás enanas.
Aquí podemos ver el grupo local en 3D centrado en la Vía Láctea. Andrómeda está aproximadamente a 2 millones de años luz (M.A.L) y el diámetro de grupo es aproximadamente 6 M.A.L.
Los cúmulos se agrupan en supercúmulos, que son conjuntos gigantescos de cúmulos y grupos que alcanzan tamaños de centenares de M.A.L.
Nuestro grupo local pertenece al Supercúmulo de Virgo cuyo centro lo tenemos a unos 50 M.A.L. y que tiene una extensión de unos 100 M.A.L.
Aquí vemos la estructura del Supercúmulo de Virgo, centrado en el grupo local. Cada punto es una galaxia y es el cúmulo de Virgo el que se lleva el peso de todo el Supercúmulo con varios cientos de galaxias. Hacia él nos dirigimos guiados por la gravedad.
Esta era la estructura conocida a mayor escala hasta los años 80 del siglo pasado.
El universo lo podríamos visualizar como un inmenso globo lleno de un gas cuyas moléculas serían los supercúmulos de galaxias que se distribuirían aleatoriamente como lo hacen las moléculas de un gas. A ese nivel se cumpliría el llamado Principio Cosmológico que es la base de la cosmología y que dice que el universo es homogéneo e isótropo, lo que en Román Paladino quiere decir que miremos donde miremos, en el universo siempre veremos lo mismo. Igual que al mirar el océano desde la ventanilla de un avión a 10.000 metros de altura, miremos donde miremos cualquier trozo de mar es indistinguible de cualquier otro.
Pero hete aquí que en los años 80 del siglo XX, cuando medir distancias a galaxias se podía hacer de forma más rápida y precisa, se descubrió que los supercúmulos se unían entre sí formando filamentos que rodeaban amplios vacíos descubriendo una estructura como de esponja.
Esta es una imagen de radio 1000M.A.L. centrado en el supercúmulo de virgo, que ya sabemos que es nuestro supercúmulo local. Vemos como se distribuyen otros supercúmulos en forma de filamentos que rodean vacios.
En 1989 se descubrió la hasta entonces mayor estructura encontrada en el universo. La Gran Muralla. Compuesta por varios supercúmulos, y a una distancia de unos 200M.A.L. Es como una lámina delante de nosotros con dimensiones de 500×300 M.A.L. y con una profundidad de sólo 15 M.A.L.
En nuestro mapa la podríamos intuir miran
do a la derecha del centro en virgo, donde vemos un filamento que abarca el supercúmulo de Hércules y el de Coma.
Pero no acaba aquí la cosa, pues en el 2003 se descubrió otra gigantesca pared, llamada la Gran Muralla Sloan. La pared está a unos 1000 M.A.L. de la Tierra y mide unos 1370M.A.L. (unos 13000 triillones de kilómetros). Es casi tres veces la gran muralla de los años 80.
En realidad estas murallas son grandes filamentos de la inmensa telaraña cósmica que es la estructura que forman los supercúmulos en el universo. Estos no se distribuyen aleatoriamente como moléculas de un gas, sino que se agrupan formando una vasta red con nodos o puntos donde se unen varios filamentos que rodean grandes vacíos.
Esta sería la estructura de filamentos que se unen en un nodo en el que hay un gran supercúmulo.
Esta superred se formó después de Big Bang guiada por la materia oscura que es un tipo de materia que no emite luz y sólo responde a la gravedad y que existe en una cantidad cinco veces superior a la materia ordinaria.
Si miramos la imagen de arriba, esa red de filamentos luminosos está inmersa en otra de color azulado que sería la materia oscura. El color lógicamente es ficticio, la materia oscura no se ve, pero toda la materia ordinaria, la que forma las galaxias, las estrellas y a nosotros mismos, está inmersa en un mar de materia oscura.
Hay una interesante simulación por ordenador llamada milleniun simulation project, debida al instituto MAX-PLANCK de Alemania, donde tomando 10 mil millones de puntos, cada uno sería un cúmulo, se les somete a las leyes de la cosmología y de la física que conocemos y recrea la evolución, desde poco después del Big Bang, de una región grande del universo y justamente aparece esta estructura de supertelaraña cósmica.
La simulación nos acerca hasta distancias del orden de las galaxias, desde distancias del orden de las miles de millones de años luz, es decir próximas al principio del universo.
Como se puede ver, a grandes distancias, al empezar el vídeo, cualquier zona es indistinguible de cualquier otra, cumpliéndose el Principio Cosmológico. Aparece algo como esto:
Luego, a medida que tomamos distancias más cortas va apareciendo la estructura de red hasta llegar a los supercúmulos y a las galaxias individuales.
Se pueden ver los vídeos del proyecto millenium tecleando en google: The Millenium Simulation Project.
Por último observen esta imagen:
Parece una imagen del universo a gran escala que ya hemos visto.
Y también es una foto de la superficie del agua de mi piscina. Lo que lleva a preguntarse. ¿Se repiten las estructuras en el universo? ¿Está el macrocosmos en el microcosmos? ¿Se cumple en mi piscina el Principio Cosmológico? Arduas preguntas que dejaremos para otra ocasión. Ahora mejor voy a zambullirme en el universo.
Antonio Burgos Díaz
Muy refrescante la ocasión para zambullirnos en el universo y dejar de lado la náusea toledana.