Sucedió en Toledo. 19 D18 Archivo VASIL
1972 Salida neutralizada de la Vuelta Ciclista a Toledo. Bahamontes desde el coche controla toda la carrera y a su equipo “La Casera”.
Querido Fede. ¡Enhorabuena!
No por ganar el Tour; ni por el resto de triunfos como ciclista internacional. No, enhorabuena por tu tesón y por tu trabajo personal.
Te ha costado mucho más escalar el Puerto del Reconocimiento institucional toledano que el propio Puy de Dome (al que le tenías bien tomada la medida). Y para los más jóvenes o desmemoriados, me explico.
Fede, que es como a él le gusta que le llamen, después de ganar el tour del 59, entró en Toledo como si fuera el mismísimo Alfonso VI. Sobre su bicicleta conquistó Francia, Italia y España. Logró un lugar privilegiado entre los Dioses del Olimpo Ciclista Internacional.
Sin embargo, toda carrera deportiva necesariamente tiene un final que las limitaciones naturales se encargan de recordar a modo de lesiones, fatigas y desgaste muscular. Y a partir de aquí, es donde queremos empezar nuestro pequeño homenaje, alejado de flashes, cámaras y posados oficiales.
Bahamontes era y es un “currante”, un trabajador incansable, tenaz y convincente. Con 89 años, carpeta en mano, gestiona personalmente los participantes, patrocinadores y colaboradores de su “hija predilecta”: la Vuelta Ciclista Internacional a Toledo.
Desde 1966 el Club Peña Ciclista Bahamontes se ha encargado de organizar, gestionar, celebrar y financiar no solo la Vuelta a Toledo sino toda una serie de actividades y eventos encaminados a la promoción del ciclismo amateur.
Junto a Fede su inseparable Fausti, un gregario de lujo que le sigue acompañando desde sus tiempos de corredor. Y otros muchos, la mayoría anónimos, socios de la Peña, dispuestos a sujetar la pancarta de una meta volante, a colocar las vallas en la zona de meta o a prestar su propio coche para seguir la carrera. No son muchos, pero sí muy eficientes. Todos bajo la experta batuta y dirección de Fede, que nunca se ha caracterizado por “delegar”.
Bahamontes ganó el Tour de Francia cuando se corría prácticamente solo, sin gregarios que te allanaran el camino; sin motos de enlace que facilitasen una rueda de repuesto cuando los radios se rompían. Por eso, seguro que solo por eso, no concibe la vida sin trabajo y sin esfuerzo individual.
No es que desconfíe -dice un colaborador-, no; él necesita tener la sensación de que todo está controlado y a punto. Y damos fe de ello. Incluso en su homenaje del otro día, veíamos como indicaba al conductor del descapotable donde parar; a la alcaldesa como bajarse del vehículo y a sus compañeros ganadores del Tour donde tenían que ponerse para “la foto”.
Así es Fede. Genio y figura hasta en su escultura. Una escultura que ¡por fin! y gracias a la generosidad de Soliss, ha quedado instalada en una de las subidas más importantes de la ciudad. (Menos mal que no la han colocado en una rotonda).
El Premio a la Montaña es un reconocimiento, dinero y maillot. El Premio en la General es más reconocimiento, más dinero y otro maillot, esta vez amarillo.
El premio a toda una vida no es un maillot, no es dinero…… El premio, es que tu ciudad te lo reconozca de manera permanente, para que las generaciones actuales y sobre todo las futuras, recuerden a alguien que paseó por el mundo el nombre de Toledo y el símbolo de su Águila.
La vida de Fede no se concibe sin La Peña y sin la Vuelta a Toledo; por eso, el homenaje quedaría incompleto si, ademas del modelado de su figura sobre la bicicleta, no hubiera un decidido apoyo institucional para garantizar la continuidad de una prueba como la Vuelta Ciclista a Toledo.
En mi humilde opinión, la fortaleza del hierro que dibuja la figura del escalador parecería de “chocolate” si cada año, por el mes de agosto, no continuaran los corredores subiendo por esa cuesta del Miradero y pasando junto a su maestro, su ídolo y su líder natural.
Es deseo que esperamos alcanzar del recto proceder de vuestras ilustrísimas, cuya vida guarde Dios muchos años.
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Quique J. Silva
Muy merecido .!!!!