El Hospital García Escalona de Almonacid de Toledo [Víctor Portugués García]

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01Resulta extraño recorrer las calles de cualquier municipio, por pequeño que sea, y no encontrarse con alguna construcción de cierto valor patrimonial en mal estado de conservación. Es ésta una cuestión en la que se amalgaman la inmisericorde incapacidad de la Administración por la falta de recursos y la desidia, palabra tan bella como dramática, sin saber medir el porcentaje de cada condicionante en cada caso concreto.

Así sucede en Almonacid de Toledo, en especial con su afamado castillo y con el menos conocido Hospital García Escalona. Este último, erigido a partir del año 1722 y puesto en marcha en 1725, fue uno más entre los hospitales que en aquella época fueron muy comunes en la región.

Aquel proyecto contó en un principio con un fuerte respaldo financiero, lo que permitió la construcción de un edificio voluminoso y de alto valor técnico, que en buena medida conserva todos sus elementos originales y presenta un estado de conservación más que aceptable si lo comparamos con el resto de hospitales similares que aún quedan en pie. Todo esto, unido a que aún se atesoran las constituciones del Hospital, esto es, las normas para su funcionamiento y organización, hacen del Hospital García Escalona un magnífico modelo para el estudio y conocimiento de este tipo de instituciones y su repercusión en la sociedad coetánea.

De propiedad municipal, hasta época reciente sirvió como sede de algunas asociaciones vecinales, siendo usado en la actualidad solamente por la banda de música para sus ensayos y en una situación precaria. El resto de asociaciones se han marchado a otras instalaciones mejor equipadas.

En las últimas fechas las distintas Administraciones han mostrado un mayor interés por la rehabilitación del inmueble, si bien de una forma desordenada y que difícilmente subsanará la deriva hacia la ruina del edificio. De esta manera, se realizó un estudio histórico del Hospital; un taller de empleo rehabilitó una sala y la fachada principal; se cegaron goteras; el inmueble fue declarado Bien de Interés Patrimonial; o se han iniciado labores de restauración en elementos ornamentales del edificio. Pero no existe un proyecto integral para la rehabilitación del inmueble confeccionado en común por un arquitecto, un arqueólogo y un restaurador que establezcan bajo un criterio profesional el orden de los pasos a seguir para recuperar firmemente el Hospital y dotarlo de utilidad.

El Hospital ocupa una superficie construida de 450 m2, multiplicados por dos plantas, más un patio empedrado y un extenso corral, por lo que podría ser usado para multitud de actividades o servicios de interés público. Podría servir como centro de encuentro de las distintas asociaciones, biblioteca, archivo, espacio de acción cultural y artística o cualquier otra propuesta acorde con el desarrollo social.

Pero antes de todo eso es imprescindible que todos los sectores de la sociedad tomemos conciencia del valor real del patrimonio olvidado, configurando una mayor voluntad política que implemente planes eficaces de conservación del patrimonio disperso, aquel que no son catedrales y otras construcciones faraónicas, para a través de la rehabilitación de todos aquellos espacios dotarlos al mismo tiempo de funcionalidad y que sirvan como ejes vertebradores del desarrollo social y cultural contemporáneo.

Víctor Portugués García.

El autor es actualmente el alcalde del municipio.

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