Sucedió en Toledo. 39 D17 Archivo VASIL
Pocas veces nos metemos en “jardines” que vayan mas allá de la mera descripción gráfica o social de las fotografías que venimos publicando procedentes del Archivo Vasil. Esta vez hemos hecho una excepción con el único objetivo de satisfacer nuestra curiosidad y probablemente la de muchos toledanos que recuerdan aquel monumento, erigido en el paseo del Miradero de Toledo, al ilustre Alfonso X El Sabio, nacido en nuestra ciudad el día 23 de noviembre de 1221.
La obra, original del escultor Francisco Toledo, fue seleccionada en 1972 en el concurso convocado por el Ayuntamiento y ya entonces se habló de las características más o menos acertadas de sus proporciones, de la dureza de las formas que rodean la figura y de un sinfín de “dimes y diretes” a propósito de la composición monumental premiada.
Por fin el alcalde de la ciudad, don Ángel Vivar, acompañado del resto de autoridades locales y provinciales, a finales de septiembre de 1976, aprovechando la primera gran remodelación del paseo, instalándose en el subsuelo excavado varias plantas de parking y unas novedosas Galerías Comerciales, inaugura el conjunto escultórico compuesto por una gran figura del Sabio y varios bajorrelieves. El paseo del Miradero cobraba una nueva estética general que, en su día, tuvo -como toda obra pública- sus defensores y detractores.
Como se puede apreciar en la fotografía de aquel día, podemos calcular visualmente la proporción de la obra comparada con la figura de los maceros municipales presentes en la inauguración. El espacio reservado, contaba con sus propios cipreses y algunas plantas autóctonas. Todo un monumento para el gran personaje de la historia de la Ciudad, que contemplaba la perspectiva del nuevo paseo, sentado junto a un atril, sobre la frase:
ALFONSO X EL SABIO
NACIÓ EN TOLEDO – 23-11-1221
AQUÍ PUSO LOS FUNDAMENTOS DEL
SABER Y DEL DERECHO
LA CIUDAD DE TOLEDO – 1976
Coincidiendo con la ultima remodelación del Miradero algunos años después, el propio Ayuntamiento consideró que, aquel, no era el lugar más idóneo para homenajear al que puso los “Fundamentos del Saber y del Derecho en Toledo” , y se toma el acuerdo de buscar un nuevo emplazamiento; entre otras cosas, para protegerlo del vandalismo. El lugar elegido es el parque de las Tres Culturas. Sí, aunque muchos no lo saben, don Alfonso está situado próximo a una de las entradas del parque por el conocido barrio de “Corea”. Efectivamente, al ser este uno de los pocos espacios naturales que se cierran por la noche, realmente el monumento -o lo que queda de él- se protege de los “desalmados vándalos que agreden el patrimonio”.
Pero cuando hablamos de agresiones al patrimonio no solo tenemos que referirnos a los vándalos; también hay otro tipo de agresores que, bajo el tinte del conocimiento, la erudición o sencillamente la economía, producen daños irreparables, casi siempre.
Ya no se trata de cuestionar si dentro de la distribución paisajista del parque de las Tres Culturas uno de sus laterales, sin la menor relevancia, es el emplazamiento más idóneo para tan insigne paisano. Tampoco vamos a cuestionar aquí que el Sabio debía sentirse solo y alguien del propio Ayuntamiento decidió, que la mejor forma de asegurarle compañía, era rodearle de aparatos para la gimnasia de mantenimiento. No, aquí no estamos planteando que ese tipo de “descuidos subjetivos” sean por sí mismos una agresión.
Lo que aquí planteamos y preguntamos es lo más llamativo del actual emplazamiento: ¿dónde están la totalidad de los bajorrelieves? Esperemos que a buen recaudo. Pero, por muy protegidos que estén, su lugar natural es el soporte para el que fueron pensados, diseñados y modelados por el autor de la obra Francisco Toledo.
Ni siquiera me he parado a investigar qué regidor municipal y en qué legislatura se produjo el traslado. Tampoco me he molestado en preguntar dónde y por qué los bajo relieves no se encuentran en el lugar que les corresponde. Da igual quien lo hiciera; eso para mí, ya no es relevante. Lo importante es que se repongan; que la agresión a este Patrimonio de la ciudad cese y los bajorrelieves vuelvan a su sitio. Y ya de paso, que alguna mente privilegiada, erudita e influyente, elabore un Proyecto de Reposición para que, realmente la instalación haga honor a su carácter monumental y se sitúe, dentro del mismo parque si se quiere, en otros muchos lugares que existen con la relevancia y la importancia que nos debe merecer el toledano más ilustre de los últimos nueve siglos.
….. y por favor, que alguien le quite ese color “amarillo fachada”; da toda la impresión de que las pintadas las tapan con el mismo bote de pintura para toda la ciudad.
Es gracia que espero alcanzar del recto proceder de V.I. cuya vida guarde Dios muchos años.
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Quique J. Silva
Paso a mejor vida?????