Sucedió en Toledo. 23 D18
Cada espectáculo, cada montaje, cada obra de teatro o cada concierto, siempre tiene un pequeño reconocimiento “al equipo técnico que lo hace posible”. Hoy, ese reconocimiento queremos hacerlo grande y único publicando esta foto del equipo de tramoyistas del Teatro de Rojas de Toledo en los años setenta.
Sobre la escalera de uno de los montajes para los Juegos Florales, distinguimos entre otros a Carrasco, Garrido, Cuesta…. y, con ellos, el inolvidable Pepe Carpio, ese funcionario ejemplar de la Concejalía de Cultura y Festejos que siempre estaba “al pié del cañón”, incluso por encima de sus obligaciones administrativas. (Como siempre, apelamos a la colaboración de nuestros seguidores para identificar al resto del equipo).
Aquel equipo era único. En su mayoría carpinteros de oficio; unos trabajaban directamente para el ayuntamiento y otros regentaban sus respectivos talleres en la ciudad. Cuando llegaba el momento, se trasladaban al Teatro de Rojas con sus martillos, serruchos y berbiquís para dar forma a decorados y puestas en escena de un teatro que se regía más por deseos que por objetivos.
En aquella época no había una programación estable. Lo mismo se abría para el Pregón de Navidad que servía de “plan B” contra la lluvia, principalmente en las actuaciones previstas en primavera con motivo de las fiestas del Corpus Christi.
Con sus butacas de madera, tapizadas en terciopelo rojo y los más elementales medios técnicos, nuestro Teatro de Rojas cubría minimamente las necesidades escénicas de la ciudad; y siempre allí, el equipo de tramoyistas dispuestos a minimizar cualquier defecto a base de oficio. Preparados para engrandecer la puesta en escena de actores, actrices, cantantes y bailarines.
Conocer el interior del Teatro de Rojas es entender la grandeza de este arte escénico. Hace falta un gran equipo de trabajo para que los telones bajen a tiempo; para que la luz ilumine exactamente aquel almendro de Eloísa y para que los chistes y bailes de Quique Camoiras lleguen al publico con la frescura del cómico por naturaleza.
Tal era el costumbrismo de este espacio que la mismísima Carmen Sevilla rodó en él algunas de las escenas de la película “El Relicario”. 1970. (CARMEN SEVILLA – EL RELICARIO ) momento que recoge otra de las fotografías del Archivo Vasil con los preparativos de esta secuencia en la que, junto a “la estrella”, se ve a parte del equipo.
El teatro no fue solo espacio para la cultura, también la política encontró allí un lugar donde alentar a las masas, con mayor o menor acierto. En los inicios de esta democracia que ahora disfrutamos, los partidos emergentes buscaban su espacio electoral y la tribuna del Rojas fue, sin lugar a dudas, uno de los lugares más vitoreados y aplaudidos.
Pero, como hemos dicho al principio, esto no es un reseña histórica del Teatro de Rojas (que ya las hay, y muchas), esto es, o pretende ser, un reconocimiento y recuerdo hacia todas aquellas personas que nunca salen a escena, que jamás hablan y cuya luz hace posible “La magia del teatro”.
(Archivo VASIL: ver más entradas)
Quique J. Silva
Kike, en identificar al resto de tramoyista no te puedo ayudar, pero del grupo Juventudes puede dar buena cuenta Esperanza, la mujer de Toni, que aparece en primer plano. Reenvío el enlace de tu artículo para que lo vea, .. y la guitarra de 12 cuerdas, creo recordar que solo la tenía el que fue guitarrista rítmica de los Imperiales. Gracias de nuevo por traernos tan gratos recuerdos. Un abrazo.
Gracias Ramón. Está Esperanza, Kely, Maribel…. y otras chicas del barrio de Santo Tomé que formaban parte de este grupo. A la guitarra rítmica, en el centro, efectivamente, Jose Luis.
JUSTA RECTIFICACIÓN. Como siempre hemos dicho, la interactividad de estos medios digitales permite, además de aportar nueva información, modificar errores. En este caso, uno de nuestros lectores asiduos nos ha comunicado (por privado para no herir públicamente nuestra capacidad investigadora) que la referencia a Sara Montiel no era correcta. Efectivamente, una vez comprobado, la foto es de Carmen Sevilla que también protagonizó el Relicario y ella sí pisó las tablas del teatro de Rojas, como se puede comprobar en el enlace nuevo que hemos incorporado donde, además, se ve un plano de los palcos. Gracias Luis.
Recuerdo que también se uso “El Rojas” para fiestas y bailes, para lo que había que elevar su patio hasta dejarlo horizontal.
Este trabajo debía ser dificilísimo ya que el mecanismo de elevación era totalmente manual, a base de unos gruesos pernos que había que girar a mano. La operación se complicaba porque la estructura del patio era de madera (con cierta flexibilidad) por lo que los pernos había que irlos roscando todos al mismo tiempo hasta dejar el patio de butacas (ya sin ellas) totalmente plano y horizontal.
Curiosamente, no recuerdo nada de las fiestas y bailongos, pero tengo un recuerdo muy vívido de la sorprendente maquinaria del subsuelo, que conocí de la mano de un amigo de mi padre, carpintero del Rojas. Recuerdo infantil pero imborrable, como otros muchos de mi infancia que marcaron mi afición por las máquinas, por lo que hoy llamamos Tecnología.
Efectivamente toda la maquinaria interior del Rojas es digna de un museo y aun puede verse gracias a la última restauración que se hizo. La dirección y técnicos actuales se han preocupado especialmente de este aspecto histórico del teatro.