[Muerte de Abel por Caín. Cerca exterior del coro de la Catedral de Toledo. Segunda mitad del siglo XIV]
Siento un cariño muy especial por esta representación. La conocí por primera vez hace casi veinte años y desde entonces no ha dejado de sorprenderme que el conjunto del que forma parte haya sido tan escasamente divulgado, a pesar de constituir uno de los discursos narrativos más poderosos de la ciudad de Toledo. El supuesto «vampiro» de la Catedral ha alimentado contenidos esotéricos y páginas web sobre curiosidades históricas en Internet. Por mucho que nos sorprenda su crudeza, sin embargo, este pequeño relieve de poco más de un metro de altura, situado en la zona exterior del coro catedralicio, no es más que una rara forma de interpretar la muerte de Caín a manos de Abel, uno de los episodios más conocidos del Antiguo Testamento. Continuar leyendo