LA INTEGRACIÓN DE LAS ARTES Y EL I.N.C. (III).
Y ello, acentúa la importancia de la aventura alentada y auspiciada por Fernández del Amo dentro del Instituto Nacional de Colonización, en unos años difíciles y estrechos y en una experiencia singular que se erige como laboratorio preliminar de prácticas artísticas aventajadas. Prácticas que van a permitir a buen número de artistas la verificación de diferentes ensayos y pruebas, y la posibilidad de acercarse a otros territorios distintos de los usuales, como fuera el Arte Sacro. El tratamiento formal y específico de las diferentes iglesias construidas por el Instituto Nacional de Colonización[1] en los años citados, va a demandar como complemento de la arquitectura, la participación de diferentes creadores provenientes de campos diversos en una órbita como la fijada por Pablo Serrano como ‘la obra de arte única’[2]. Bastaría para ello recordar, que en el proceso de levantamiento de una Iglesia del Instituto Nacional de Colonización se advertía la secuencia que viajaba desde el propio proyecto del edificio en primer lugar, a las imágenes en segundo término. Para avanzar con la definición de los elementos de mobiliario (bancos, lámparas, confesionarios, viacrucis, pila bautismal y púlpito[3]) y finalizaba con los “ornamentos, utensilios y vasos sagrados precisos para la total instalación de la iglesia”. Continuar leyendo