Sucedió en Toledo. 11 D17 Archivo VASIL
Kazue Hashimoto (Kazué Meera 1947-2017). Nació en Ishikawa, Japón. Llega a Toledo para completar sus estudios en la Escuela de Artes. Desde entonces, su vida estuvo muy vinculada a la ciudad y al emergente Grupo Tolmo.
Ha fallecido recientemente, en un accidente practicando buceo, y con ella hemos querido abrir esta nueva serie del Archivo Vasil, donde iremos publicando las imágenes de nuestros artistas, más o menos conocidos o relevantes, en las Bellas Artes.
En la foto superior, Kazué ofrece uno de los cuadros que eran vendidos en las tradicionales subastas para realizar la excursión “fin de carrera” de la propia Escuela de Artes o de otros centros de enseñanza de la ciudad.
Sí, por paradójico que pueda parecer en nuestros días, en los años setenta, era posible que un nutrido grupo de artistas donase alguna de sus obras para que los estudiantes pudieran así sufragar los gastos del viaje; o que alguna organización benéfica recaudase fondos con destino a sus fines fundacionales.
Con el simple hecho de mostrar un cuadro, la posición de Kazué deja entrever mucho de su personalidad; la elegancia de su pose y la quietud de su mirada; pendiente de lo que ocurre tras ella, donde el actor Pepe Martín y Paco Rojas se ocupan de las pujas. Así recordamos algunos su estancia en Toledo: elegante, tranquila y atenta a todo lo que ocurre a su alrededor.
Inmediatamente se incorpora a los ambientes artísticos y renovadores de Toledo. En los años setenta era difícil defender determinadas posturas -no solo en el mundo del arte-, ante una sociedad que empezaba a vislumbrar -aún con miedo- un posible cambio.
Los que tuvimos la oportunidad de conocerla y verla en las exposiciones y actividades culturales promovidas por Tolmo, recordaremos su permanente sonrisa; entre la ingenuidad y la gratitud. Casi siempre “encantada de la vida” y, también casi siempre, rodeada de los artistas destacados del momento: Rojas, Beato, Jule, Giles, Raimundo de Pablos, Villamor, Luis Pablo Gómez…. y su compañero Aroldo. Todos hombres, entre los que se supo desenvolver como artista y como persona.
La imagen inferior nos muestra a Kazué en 1977, el día de la inauguración de una de sus exposiciones en la desaparecida Galería Tolmo de la calle de Santa Isabel.
Con 30 años, nuestra japonesa preferida está mirando ya hacia el exterior donde quedará definitivamente imbuida de la mística hindú . Durante el resto de su vida, recorrerá buena parte del mundo con su carácter renovador e innovador, desarrollando diversas escuelas y academias de creatividad.
Si hubiéramos podido preguntarle, nos hubiera gustado saber cómo logró esta artista salir de Toledo y no quedar atrapada entre las murallas.
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Quique J. Silva