Juanjo P. del Pino, el último gladiador [Quique J. Silva]

Sucedió en Toledo. 22 D20 Archivo VASIL


Béjar, del Pino y Fuentes, una terna de “toricantanos” en la Transición toledana.

Después de varios años buceando por lo mares del Archivo Vasil, aún me sorprende encontrar imágenes que, vistas con la perspectiva del tiempo, adquieren una importancia política, social y anecdótica que me animan cada día a continuar en esta labor.

Hoy, por ejemplo, me he topado con esta “mesa política de la Transición”. En el uso de la palabra uno de los últimos gladiadores que aún quedan en activo en nuestra ciudad: Juan José Pérez del Pino. Es lo que algunos denominan un “obrero de la política”. Desde el principio hasta el final, tocando la tierra firme de la gestión municipal.

A su derecha (geográfica que no política) aparece Luis Alfredo Béjar, fallecido en 2011, después de una vida plagada de lucha social, docente e intelectual. Fue concejal comunista en las dos primeras legislaturas democráticas y uno de los protagonistas de la transición toledana.

A la izquierda de Juanjo (esta vez sí, geográfica y política) la imagen nos muestra a un Jesús Fuentes Lázaro cuando aún era “políticamente correcto” fumar en público. Jesús es otro de los militantes socialistas históricos que ha dado a la política local un cierto tinte intelectual y de coherencia de ideas. Tal vez por esto, su carrera política se cercenó demasiado pronto; lo que le ha permitido centrarse en sus pensamientos críticos y en sus escritos -que no lo son menos-. Para los pocos que se atreven a discrepar en público, nuestro amigo Fuentes ha sido siempre la voz callada del PSOE toledano.

Pero esta imagen estaría incompleta si no publicásemos el “contra-plano”. 

Educación Primaria en política; el futuro se estaba escribiendo en las aulas del a, e, i, o u.

Esta terna tenían la difícil misión de explicar a sus vecinos más próximos lo que estaba empezando a suceder en este país; y que, desde el primero hasta el último, todos eran necesarios. Con gorra, sin gorra, con carrera, sin carrera, oficial o peón…… todos debían embarcarse rumbo a un destino, para la inmensa mayoría, desconocido y temerario.

Estos primeros líderes “de a pie” con toda la pedagogía que su universidad les daba, tenían que convencer e ilusionar. No resultaba cómodo escuchar los mensajes políticos en una silla para niños. Tal vez esta fuera la gran metáfora empleada en aquellos años setenta y principios de los ochenta. Políticamente estábamos en la “educación primaria”. Nadie hoy podría pensar que esa formación para adultos resultaría tan fructífera para un pueblo acostumbrado a “callar” y “obedecer”.

El problema vino cuando, al enseñarnos a pensar, desapareció el “pensamiento único” y surgió algo tan interesante como “la discrepancia”. En eso, aún, muchos están pendiente de graduarse.

Lamentamos que la muerte del profesor Béjar no nos permitiera durante más tiempo aprender de su tolerancia. Animamos a nuestro querido Jesús Fuentes a continuar hablando con su “voz callada” ejerciendo de conciencia de unos y ejemplo para otros.

Y como no, felicitamos a Juan José Pérez del Pino. Al escribir esta referencia fotográfica nos hemos dado cuenta de que, en nuestro entorno político más próximo, es el único que “resiste” las tentaciones de poderes más altos. De aquellos años de “educación primaria” es el único que queda en activo a nivel municipal…. y esperemos que por mucho tiempo; al menos alguien debe aportar la perspectiva histórica de las cosas que, cada vez que se repiten, parecen nuevas, pero no lo son.

Nos alegra poder hablar bien de la gente coherente, aunque sigan vivos.

Quique J. Silva

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