Eduardo Sánchez-Beato, “El Pintor”. [Quique J. Silva]

Sucedió en Toledo. 14 D17 Archivo VASIL


1970 Exposición de Beato en la sala de la Caja de Ahorros de Toledo, ubicada en la calle Nueva.

Toledo es una ciudad pequeña, las familias se entremezclan y muchos apellidos se repiten con frecuencia. Tal vez por eso, muy pronto, Eduardo descompone su apellido para quedarse exclusivamente con Beato. Así le hemos conocido y así le recordará la historia de la pintura contemporánea toledana. No es Sánchez-Beato el ferretero, no es Sánchez-Beato el financiero…. es Beato, “el Pintor”.

Aunque solo sea a nivel metafórico, una de sus grandes pinturas no está en los lienzos que cuelgan de muchas entidades, instituciones y colecciones particulares. Tampoco una de sus mejores obras está teñida de colores y veladuras. Sin lugar a dudas, la pintura que con más carisma ha extendido Beato sobre una superficie, ha sido la que, temporada tras temporada, bañaba de blanco puro las paredes y bóvedas de la Galería Tolmo.

Sí, Eduardo también formó parte de los fundadores de ese grupo de “inquietos” (TOLMO) que a través del arte intentaron -y en parte consiguieron- revolucionar esta ciudad. Aunque para ello tuvieran que coger todos los años la brocha gorda y blanquear intentando dar luz a una ciudad oscura.

Para el que tiene una vocación y desarrolla el oficio, pintar es relativamente fácil. Lo difícil es elegir el mensaje, determinar qué es exactamente lo que queremos contar y, por supuesto, cómo hacerlo. Beato, junto a sus compañeros inseparables, eligió dos cauces. Por un lado el tradicional: lienzos y tablas, pigmentos y disolventes. Por otro, la construcción y mantenimiento de una plataforma abierta a las nuevas tendencias artísticas; no solo mediante las exposiciones más importantes del momento; también alimentando el debate, la discusión y el fomento de una sociedad más tolerante, más abierta y más adaptada al entorno cultural. Todo esto, en aquellos tiempos se denominaba  “ser más moderno”.

Paralelamente, el magisterio le permite desarrollar una carrera profesional en contacto directo con los más pequeños. Miles de chicos y chicas han pasado por sus aulas. Miles de alumnos han tenido la oportunidad de recibir, de este maestro, la esencia de la “libertad de expresión” que él siempre ha practicado.

Los seguidores de este blog Hombre de Palo ya saben que en este relato de artistas toledanos (nacidos o afincados) no nos ocupamos de la crítica artística ni de los comentarios inteligentes sobre la abstracción, la figuración o la cantidad de arte que hay por centímetro cuadrado. 

Sin embargo, viendo el conjunto de la obra de Beato, estaremos todos de acuerdo en que, ya desde 1970 que realiza sus primeras exposiciones “solventes”, Eduardo trata de romper con lo establecido. ¿Paisaje? Sí, pero…. A su forma y manera, descubrió para mucha gente la Basílica de Santa María de Melque. ¿Figuras? Sí, pero…. No dejen de ver el Bestiario. Y ahora, ya jubilado de Maestro (no de Pintor) trata de almacenar en sus lienzos el color de los viajes que, el tiempo y la economía, le permiten.

Sigue pintando, ¡Pintor! Crítico, ácido, certero, respetuoso y tenaz.

Pinta, promueve y enseña ¿Hay quien dé más?.

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Quique J. Silva

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2 Comments

  • y en esa primera exposición se le censura un dibujo que fotografiaré… (ahora estoy sin tiempo). es un dibujo a plumilla y tinta china (técnica de dibujo muy tradicional) pero sus figuras y el tema rozaba (según miembros de la época de la sala de exposiciones) ¡la pornografía!!!!! je, je, je,…..

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