Pichón a la toledana [Javier Vellés]

Ruina de un palomar en Campo de Criptana (Huerta Treviño). @Patrimoniodecampodecriptana

Antes de la Guerra, España estaba llena de palomares. En la Posguerra aún quedaban algunos. Mi abuela Felisa tenía uno en Portugalete. Mi tío Agustín entrenaba la bravía para hacerla mensajera. Llevaba la paloma en una cesta y la soltaba en el bar Moli. Continuar leyendo

La barra, ese lugar (II). Restaurante Víctor Sánchez Beato [Luis Moreno Domínguez]

A mesa puesta 

Un jueves de principios de marzo quedé con el chef Víctor Sánchez Beato en una confortable barra de un bar toledano para charlar de la inminente puesta en marcha de su nueva propuesta gastronómica en la Ciudad Imperial. Nos acomodamos en dos banquetas de medida idónea y saboreamos una cerveza bien tirada en copa helada (sí era marzo y hacía calor, las cosas de este clima loco) acompañada de unas crujientes patatas fritas con mejillones que nadaban en un delicado escabeche. Este bien podría ser uno de los añorados aperitivos que millones de españoles no han podido degustar en los más de cien días de confinamiento forzoso. Vale se lo han tomado en casa, pero en este caso lo de en casa como en ningún sitio no creo que sea certero. Continuar leyendo

La barra, ese lugar (I). La Ponderosa de Cuenca [Luis Moreno Domínguez]

A mesa puesta

El espacio en arquitectura se ha definido de diversas y enrevesadas formas. Osaré hacer una definición sencilla; el espacio es limitado, así que un espacio se crea con una simple partición, muro o tapia. Una barra de un bar conforma, por tanto, un espacio que incluye el lugar del cliente y el del tabernero. Su ergonomía es importante y sus materiales también. Son los que van a caracterizar ese espacio, y los que van a condicionar que tanto uno como el otro desempeñen lo mejor posible su función. Uno consumiendo y el otro atendiendo. El tabernero no sirve, atiende. Ha de prestar atención a que el cliente esté a gusto. Al fin y al cabo cuanto más confortable esté más tiempo se quedará y más consumirá. En cierto modo el tabernero y el cliente forman parte del espacio creado. Continuar leyendo

Perdiz: ¡regusto de dioses! [Antonio Illán Illán]

A mesa puesta

Los animales pastan; el hombre come; solo un hombre de talento sabe comer

Brillat-Savarin

La perdiz es uno de los bocados más exquisitos del patrimonio gastronómico universal. Es como un Divertimento de Mozart tocado por la Festival Strings Lucerne o como una liebre de Durero o alguna otra ave de las que El Bosco pintara en el paraíso. Arte puro, arte efímero. Unas perdices en escabeche, con judías o a la toledana son una bendición para la mesa y para el paladar. ¡Dedos! ¿Para qué os quiero? ¡Para chuparlos tras comer con ellos la perdiz! Continuar leyendo

El arte arquitectónico de la torrija [Antonio Illán Illán]

A mesa puesta

Hay un arte permanente que dura siglos, como la Venus de Willendorf, las pirámides de Egipto, L’origine du monde de Courbet o los toros de Guisando, y otro arte efímero que se va en un suspiro, como es el arte gastronómico, que atesora sublimes monumentos, entre otros, la torrija. Continuar leyendo