Sucedió en Toledo. 27 D16 Archivo VASIL
¡Al rico calor toledano!
En principio no podríamos saber si se trata de un “robado” al más puro estilo revista del corazón o, simplemente, esta bella señorita está emulando (con unos cuantos años de antelación) los posados veraniegos que luego hiciera famosos nuestra querida Anita Obregon. Ardiles no le faltan: toalla, sombrero, bikini floreado y un cuerpo lo suficientemente atractivo para poder lucirlo “por todo lo alto”.
En cualquier caso, lograr el moreno adecuado se convierte en un objetivo arriesgado ya que los tejados toledanos no resultan ser el lugar más seguro para tenderse al sol. Tampoco resultaría ser nada cómodo; menos mal que aprovechando la parte más alta del caballete la postura quedaba casi natural.
Lo que no deja lugar a dudas (verano de 1971) es el recato de Maricarmen a la hora de posar. Sí, sabemos que definitivamente fue un “posado” y conocemos su nombre y apellidos pero, respetamos esa discreción de la que hace gala en la foto, no mostrando el rostro. A pesar de los años transcurridos no desvelaremos la identidad completa de esta bella joven; hoy, seguro, bella abuela.
Estábamos pasando del río a la piscina, del bañador al bikini, de las corcheras al flotador. Los más mayores recordamos las piscinas de El Ángel, el Campo Escolar, el Circo Romano, Las Nieves…… Eran el refugio del verano. Para las familias una descarga de la hiperactividad de los más pequeños. Para los jovenzuelos probablemente la primera oportunidad de estabilizarse en una pandilla.
Para los que no tenemos mar, no existió el “Verano Azul” nada más que en la tele.
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Quique J. Silva