SEGUNDA PARTE
Gerardo ha venido a Toledo porque ha oído hablar en Cremona y en Chartres de la ciudad. Se contaba que guardaba libros únicos de la antigüedad, libros originales o traducidos de los sabios árabes, que huían de los almorávides o de los belicosos reinos cristianos del Levante. Ya en Toledo, aún se contaba con emoción, la última gran entrada de libros. Para la ciudad, en exclamación de Galib, la llegada de nuevos libros, iba a resultar la fiesta del libro, no por reiterada, menos atractiva. Continuar leyendo