Sucedió en Toledo. 22 D18
Aún con el olor a tomillo y la retina impregnada del oro que porta al Santísimo, el gentío deambula por las calles intentando una salida peatonal hasta alcanzar el vehículo que le transporte a casa. Allí, un relax, una comida familiar y ya, inmediatamente, los preparativos para asistir a la tradicional corrida de toros con motivo del Corpus Christi. Continuar leyendo