El pasado mes de octubre del ya lejano año 2002, el incendio de la casa Synderman, construida en 1972 en Indiana, por Michael Graves, daba pie a la revista Pasajes, para editorializar sobre la fragilidad de la arquitectura más reciente. Por más que alguna obra de Graves –no, especialmente la Synderman house– merezca el olvido y la desmemoria. Al tiempo que elaboraba un discurso sobre qué criterios historiográficos deben esgrimirse en la salvaguarda y defensa de esa arquitectura tan reciente y discutible que está aún falta de consenso en su valoración[1] y de coincidencia en su significación cultural. Continuar leyendo