Su vida.
Desde sus primeros años en Toledo, ciudad en la que había nacido el 17 de noviembre de 1950, sintió una atracción por el lenguaje artístico. Quizá fruto de su trabajo como damasquinador, lo que exigía cierta destreza en el dibujo, nació su interés por la pintura. Recorrió, caballete en mano, diversos lugares de la ciudad. Emuló así a los pintores paisajistas y costumbristas toledanos que por aquellos años pintaban la ciudad de Toledo. Morera Garrido y Tomas Camarero le iniciaron en el color y a su lado aprendió a reconocer “el olor del aguarrás”, según sus propias palabras. Continuar leyendo