El Toledo “moderno” que ya es “antiguo” [Quique J. Silva]

Sucedió en Toledo. 26 D20 Archivo VASIL


Aspecto de la avenida del General Villalba en 1969

Difícil de reconocer; pero se trata de la mismísima avenida del General Villalba. A la izquierda, en primer plano, la primera fábrica de gaseosas La Casera que años más tarde se trasladaría al Polígono Industrial buscando, nuevamente, un área de expansión alejado de las zonas más urbanas de difícil acceso para sus camiones. En 1969, esta avenida formaba parte del solitario “extrarradio”. Enfrente, la gran extensión de la Escuela de Gimnasia cuyos terrenos albergaban diversas zonas polideportivas, pista de atletismo, circuito de entrenamiento militar (Pista Americana), campo de fútbol y un gran campo de cultivo donde, hasta bien entrados los setenta, aún era segado, a mano, por las tropas de reemplazo. Continuar leyendo

La Escuela de Gimnasia, libros y recuerdos 3 [Luis Antolín Jimeno]

1965  Pedagogía de la Educación Física


En 1961 se publica la ley de la Educación Física y del Deporte que proclama el derecho y el deber de los españoles a la educación física. En sus artículos desglosa el reparto de funciones y preceptos para su desarrollo. Se crea el Instituto Nacional de Educación Física y la Escuela de Gimnasia (Escuela Central de Educación Física), a la que se le reconoce el trabajo realizado, pasa a ser colaboradora de esta institución. Esta ley acaba con la dependencia política de la educación física y el deporte y se abren a nuevos desarrollos teóricos y prácticos. Otra consecuencia de esta ley es la posibilidad de que el Consejo Superior de Deportes subvencione nuevas instalaciones en la Escuela de Gimnasia, pero esto requiere que se abra a la población civil y facilite su uso. Continuar leyendo

La Escuela de Gimnasia, libros y recuerdos 1 [Luis Antolín Jimeno]

 

1924 y 1925. La Cartilla Escolar Infantil y Gimnasia Sueca.


Ilustración de la Cartilla Escolar Infantil

Desde las ventanas de la casa donde nací (casi hace setenta años), en la calle Talavera, se veía la puerta de la Escuela de Gimnasia y, las mañanas de los domingos de los años cincuenta, nos asomábamos cuando un escuadrón de trompetas y tambores salía de allí y, por la Carretera de Ávila, se dirigía a la iglesia de Tavera para tocar el himno nacional en el momento de la consagración. El templo retumbaba y a Don Vitorio, el párroco, le rechinaban los dientes porque no le gustaba nada eso de los soldados en la Casa de Dios. Luego, el escuadrón, se volvía a la Escuela tocando música charanguera con los niños detrás. Continuar leyendo