
Jordi Amat ha escrito un libro, “El hijo del Chófer”, para que los catalanes comprendan mejor su historia. También para que, quienes emigraron, de primera generación, segunda o hasta de tercera, entiendan el lugar en el que viven y trabajan. Y, por supuesto, para que el resto de los territorios de España no se deje influir por simplificaciones populistas o por consignas reduccionistas. Cataluña lleva en conflicto con su complejidad emocional desde, al menos, cien años. Continuar leyendo