Escribir sobre la historia cercana es, en muchas ocasiones, más difícil que hacerlo sobre la historia de momentos más lejanos. La distancia, la posibilidad de contrastar las opiniones con las de otros historiadores que han estudiado y escrito sobre el tema permite visiones diferentes. La cercanía de los acontecimientos tiene la riqueza de poder contrastar lo que se estudia con realidades aún vigentes, con personas que han participado en los procesos y con vivencias en las que el historiador ha sido partícipe. Pero con sus elementos a favor y en contra no es fácil acercarse a la realidad próxima con el equilibrio y la documentación que permita un análisis completo y equilibrado. Continuar leyendo