La historia se repite, pero al revés.
Los arquitectos tendemos a confundir el urbanismo con la planificación física, una deformación profesional como otra cualquiera porque hay muchas formas de intervenir en las ciudades, aunque la mayor parte de las veces no seamos conscientes de los efectos espaciales de nuestras leyes y costumbres. A modo de ejemplo voy a sacar del baúl de nuestros tatarabuelos una joyita extraída de la Novísima Recopilación de las Leyes de España que nos va a hacer reflexionar sobre un asunto muy de actualidad que afecta directamente a los toledanos: el abandono de nuestras viejas ciudades y, sobre todo, la actitud de los gobernantes frente a este tipo de problemas. Continuar leyendo