¿Acaso la ciudad no fue siempre un lugar de ruinas? Antonio Fernández Alba. Domus Aurea. Diálogos en la casa de Virgilio, 1998
El descubrimiento de restos romanos –procedentes del Anfiteatro– en Las Covachuelas de Toledo, en el comienzo de unos trabajos de cimentación a principios del mes de mayo, pone encima de la mesa diversas cuestiones complejas. En primer lugar, la constatación de que, en ciudades históricas como Toledo, cualquier proceso de excavación y remoción de tierras, arrastre enormes consecuencias que implican al pasado que vuelve; y una vez regresado ese pasado no se sepa qué hacer con él, desde un presente instrumental y advenedizo. Más aún, si sabemos con Luís González, “que esas ruinas que son objeto de culto desde el Barroco, son los costes humanos y sociales del progreso”. Pasado que regresa desde la ruina y progreso que dilapida el futuro posible. Esos fueron los problemas suscitados ya en otros lugares: con las obras del metro en Roma primero, y después en Sevilla, que tuvieron que paralizarse y suspenderse. O en Cádiz con el Teatro romano. Continuar leyendo