Dijo luego Jehová a Noé: entra
Tú y toda tu casa en el arca.
Génesis 7,1.
Hay construcciones que comienzan en un sueño; o que son iluminadas e intuidas en esa fase de la ensoñación humana. O que son, ellas mismas, un sueño proyectado y una revelación inesperada. Son vistas y recreadas esas moles y fábricas, esos muros y contrafuertes, esas torres y mausoleos, desde la actividad del que sueña y activa un extraño imaginario que pulsa la noche. Pulsa la cuerda del sueño y se produce la música de la anticipación construida en las arenas del onirismo. Hay un trasunto pictórico excelente en esta causalidad del sueño y las piedras. En el sevillano Hospital de la Caridad, un relato pictórico de Murillo llamado El sueño del patricio nos da cuenta de esas anticipaciones constructivas que provoca el sueño y nos muestra lo afortunado del resultado que el sueño entrevió en un barrunto adormecido. Continuar leyendo