Triunfo en Palomarejos: El Toledo a 3ª [Quique J. Silva]

Sucedió en Toledo. 16 D19 Archivo VASIL


Partido contra el Cuatro Caminos. 3-1. Los jugadores salen literalmente a hombros.

Todos aquellos aficionados que siguen la evolución del C.D. Toledo desde que tienen conocimiento, pueden recordar las contadas ocasiones en las que el equipo toledano ha dado realmente grandes satisfacciones deportivas. Con mejor o peor juego, a “los chicos de verde” se les ha seguido siempre por el cariño que entraña el equipo local.

Una de esas temporadas gloriosas, que aún muchos recuerdan, es la 68/69 donde el Toledo logró el campeonato “con un equipo de niños”. Lo cuentan -muy bien documentado- los cronistas de la época y lo reflejan en su libro “70 Años de Historia del C.D. Toledo” sus autores Ángel Friginal y Julián Cano.

El presidente y el entrenador que lograron el milagro: Emilio Galdeano a la izquierda y Campoó a la derecha

En este espacio eminentemente gráfico, nuestro recuerdo es para la gloria de aquel junio de 1969. La Peña de Palomarejos irrumpe en el terreno de juego para celebrar el gran triunfo de su equipo. Lograr el ascenso a Tercera División no ha sido tarea fácil y, por supuesto, menos lo será mantenerse.

El doctor metido a presidente gestionó sus contactos con el Real Madrid para configurar una plantilla con la que poder optar al máximo. “La Casa Blanca” fue generosa y mandó a Toledo prácticamente un equipo completo de su selecta cantera; ellos hicieron posible el triunfo final, pero la gloria duró poco, como dicen Friginal y Cano “El que de prestao se viste, en la calle le desnudan”……. 

La afición toledana reconoce el trabajo de su equipo con un pasillo espectacular en el trayecto del terreno de juego a los vestuarios

Pero también, como dicen los castizos, “que nos quiten lo bailao”, y en aquel mes de junio de 1969 en el campo de Palomarejos se lanzaron hasta cohetes para celebrar con todo el júbilo posible el triunfo de un C.D. Toledo; que pocos años más tarde, después de muchos problemas económicos y deportivos, abandonaría aquellas instalaciones para desplazarse al Salto del Caballo.

¡Una tarde gloriosa! ¡Un día es un día!

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Quique J. Silva

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